El novato (2002)

“El novato” (The Rookie), la película dirigida por el veterano elogiado Barry Levinson, es un drama deportivo que, sorprendentemente, no se limita a ser un simple relato de superación personal. Tras años de decepciones y una larga lesión que truncó su carrera profesional, Jim Morris, interpretado con una emotividad y una autenticidad conmovedora por Dennis Quaid, se encuentra en una encrucijada. La película, basada en una historia real, se adentra en la complejidad de un hombre que, a sus cuarenta y tantos, busca redimirse, no solo a nivel deportivo sino también en su vida familiar. Levinson logra construir un ritmo pausado, deliberadamente lento, que permite al espectador conectar con la vulnerabilidad de Jim, sus miedos y sus aspiraciones. No es una película de acción constante, sino una exploración íntima del espíritu humano y de la perseverancia.

La dirección de Levinson es precisa y cuidadosa. Evita caer en clichés del género deportivo, ofreciendo una visión realista y humana del equipo de béisbol de un instituto de Texas. El vestuario, la atmósfera del campo de béisbol y el ambiente familiar de la ciudad son retratados con un detalle que aporta autenticidad a la historia. Sin embargo, es la película de Quaid la que realmente la sostiene. Su interpretación es magistral, logrando transmitir la mezcla de frustración, esperanza y determinación de un hombre que se niega a rendirse. La química entre Quaid y el resto del reparto, especialmente con el joven talento interpretado por Madelaine Soto, es palpable y agrega un elemento cálido a la narrativa. Hay momentos en los que la película se inclina hacia el melodrama, pero Quaid y Levinson logran mantener el equilibrio, evitando que se convierta en una exageración sentimental.

El guion, coescrito por Jeffrey Singer y Levinson, es sólido, aunque no particularmente innovador. Se centra en el drama interno de Jim y su relación con su familia, especialmente con su hijo, un joven con problemas de aprendizaje. La trama, aunque predecible en algunos aspectos, está bien construida y mantiene al espectador enganchado gracias a la honestidad emocional con la que se aborda el tema del fracaso y la búsqueda de una segunda oportunidad. El componente de suspense se centra en la posibilidad de que el equipo, a pesar de sus dificultades, logre alcanzar el campeonato, pero el verdadero núcleo de la película reside en la evolución de Jim y su redescubrimiento del amor por el béisbol. La película no glorifica el deporte, sino que lo muestra como una pasión que puede brindar sentido a la vida, incluso en la madurez.

En definitiva, “El novato” es una película conmovedora y bien actuada que, a pesar de no ser una obra maestra del cine, ofrece una experiencia cinematográfica agradable y reflexiva. Es una historia sobre la importancia de perseguir nuestros sueños, sin importar la edad o las circunstancias, y un recordatorio de que nunca es demasiado tarde para empezar de nuevo. La película celebra la tenacidad y la humildad, y se queda con el espectador con una sensación agridulce de esperanza y optimismo.

Nota: 7/10