“El Origen de los Guardianes” no es simplemente una película de animación; es un viaje cinematográfico intencionado a la raíz de uno de los personajes navideños más queridos del mundo. La película, con una estética visual que oscila entre el folclore navideño y el imaginario de los sueños, se propone no solo narrar la historia de cómo Santa Claus, el Conejo de Pascua, el Hada de los Dientes y Jack Escarcha se convierten en los Guardianes, sino también explorar la conexión intrínseca entre la magia, la imaginación infantil y la esperanza. La dirección de Brad Bird (director de *El Increible Hulk* y *Ratatouille*) es donde la película realmente brilla. Bird, un maestro en la animación y el diseño de personajes, logra evocar una atmósfera de cuento de hadas adulto, donde la nostalgia y el misterio se entrelazan con un tono de aventura épica. La narrativa se construye de manera gradual, evitando caer en un torbellino de información y optando por un desarrollo deliberado de los personajes y su conexión con el público.
Las voces del reparto es, en general, excelente. James Earl Jones como Santa Claus aporta una dignidad y una sabiduría imponentes, mientras que Chris Evans ofrece una interpretación sorprendentemente conmovedora como Jack Escarcha, un personaje que inicialmente se presenta como un simple niño travieso pero que, a medida que avanza la historia, revela un corazón noble y una valentía inesperada. Kristen Bell, como la Hada de los Dientes, aporta un toque de humor y una vitalidad contagiosa. Sin embargo, la actuación de Alan Tudyk como el Conejo de Pascua, aunque divertida, se siente un poco menos desarrollada, y a veces carece de la profundidad que se merece un personaje tan central en la trama. La película no rehúye en mostrar las inseguridades de los Guardianes, incluso sus miedos y dudas, lo que humaniza a los personajes y los hace más identificables para el espectador.
El guion, aunque a veces se siente un poco extenso y deliberadamente denso en detalles, se beneficia de la habilidad de Bird para construir la tensión y crear momentos visualmente impactantes. La trama principal, centrada en la amenaza de la Sombra y su intento de corromper la imaginación infantil, es sólida, pero el guion a veces se ve afectado por el deseo de explicar cada aspecto de la mitología de los Guardianes, lo que ralentiza el ritmo en algunos momentos. No obstante, la película logra crear una reflexión sobre la importancia de la creatividad, la fe y la esperanza, temas universales que resuenan con el público de todas las edades. El uso del color es particularmente efectivo, con la paleta de colores vibrantes que representa la esperanza y la imaginación contrastando con la oscuridad y el miedo que irradian los personajes de la Sombra y sus secuaces. El diseño de la Sombra, en particular, es inquietante y amenazante, y su dominio del miedo es palpable en cada escena.
En definitiva, “El Origen de los Guardianes” es una película ambiciosa y visualmente deslumbrante que se atreve a explorar las raíces de uno de los personajes más queridos de la Navidad. Aunque no está exenta de algunos problemas de ritmo, la película ofrece una experiencia cinematográfica memorable y conmovedora, que invita a la reflexión y al recuerdo de la magia de la infancia. Es una película para ver en familia, que dejará una impresión duradera en aquellos que creen en el poder de la imaginación.
Nota: 7/10