El pájaro loco: La película (2017)

“El pájaro loco: La película” es, sin duda, una propuesta original que se atreve a explorar la idea de la confrontación entre la ambición humana y la fuerza indomable de la naturaleza. La película, dirigida por un nombre que se ha mantenido en el anonimato, presenta una premisa curiosa: un abogado divorciado, Lance Walters, busca un nuevo comienzo lejos de las complicaciones de su pasado, pero su deseo de construir una vida mejor se encuentra en contra de la persistencia de un pájaro carpintero que ha anidado durante décadas en el árbol que se interpone en su camino. La premisa, por sí sola, tiene potencial para ser una comedia absurda y reflexiva, y el director, en su mayoría, consigue transmitir esa ambigüedad.

La dirección de la película es notable por su estilo visual, particularmente en el uso de la cámara lenta y los primeros planos que acentúan la frustración y el obstinación de los personajes. Sin embargo, la película a veces cae en un ritmo pausado que puede resultar un poco lento, especialmente en las escenas más calmadas. La fotografía, aunque cuidada, no alcanza una expresividad que realmente eleve la atmósfera, a veces dejando la historia sin el impacto visual que se esperaría de un conflicto tan peculiar. Se ve un esfuerzo por construir una estética particular, pero no siempre se logra el efecto deseado.

El reparto ofrece actuaciones sólidas. David Harbour, como Lance Walters, aporta una mezcla de desesperación y humor a su personaje, y su interpretación logra mantener al espectador enganchado a la evolución de su personaje. Pero es la actuación de la actriz que interpreta a la novia de Walters quien destaca con mayor relieve. Logra un equilibrio perfecto entre vulnerabilidad, determinación y un toque de humor sutil que la convierte en el corazón de la película. Los personajes secundarios, aunque con menos desarrollo, contribuyen a enriquecer el relato con sus distintas perspectivas sobre la situación.

El guion, sin embargo, es donde la película más decepciona. Si bien la idea central es original, la trama se desarrolla de manera predecible y, en ocasiones, con diálogos un tanto artificiosos. La exploración de los temas subyacentes, como el deseo de pertenencia, la lucha por el territorio y la dificultad de superar el pasado, se siente superficial. Se presenta la idea de la naturaleza como un adversario implacable, pero no se profundiza en las razones del pájaro carpintero para resistirse tan fervientemente. La película se queda en el nivel de un simple conflicto, sin ofrecer una reflexión más profunda o un mensaje claro.

A pesar de sus deficiencias, "El pájaro loco: La película" posee un encanto particular, una honestidad innegable en su presentación de un argumento inusual y en la captura de un ambiente rural idílico. Si bien no es una obra maestra, es una propuesta interesante que merece la pena ser vista por aquellos que buscan algo diferente en el panorama cinematográfico actual. El humor, aunque a veces forzado, es genuino, y la atmósfera esplendorosa, logrando cautivar al espectador en un pequeño espacio de tiempo.

Nota: 6/10