El perfume: Historia de un asesino (2006)

“El Perfume: Historia de un asesino” es una experiencia cinematográfica inquietante y profundamente perturbadora, una película que se adentra en la oscuridad de la psique humana y nos confronta con un monstruo que emerge de la más absoluta indiferencia hacia la vida. La adaptación de la novela de Patrick Süskind es, en su mayoría, un éxito, aunque no exenta de ciertos desafíos inherentes a la traducción de un texto tan específico a la pantalla.

La dirección de Jean-Pierre Jeunet es, sin duda, el punto fuerte de la película. Jeunet logra crear una atmósfera densa y opresiva, utilizando una paleta de colores sósticida y una fotografía excepcionalmente cuidada para evocar la Francia del siglo XVIII y, sobre todo, la corrupción y el hedor de los ambientes en los que vive Grenouille. La película no se basa en efectos especiales grandilocuentes, sino en la sugestión, en la creación de un ambiente visual que presagia el horror que está por venir. La banda sonora, igualmente, contribuye a generar la sensación de inquietud constante, con melodías disonantes y atmósferas sonoras que se anuncian como la corrupción de un hombre.

Jean Dujardin ofrece una actuación magistral. Su transformación física y emocional es asombrosa. Grenouille no es un villano caricaturesco, sino un personaje complejo y trágico. Dujardin logra transmitir la repulsión por el mundo y, al mismo tiempo, una extraña fascinación por los olores, a través de una mirada penetrante y una actuación silenciosa pero increíblemente poderosa. Su carisma, a pesar de lo que se ve en él, aporta una nueva dimensión a un personaje que podría haber sido meramente grotesco. La actuación de Vanessa Redgrave, como la curandera Cécile, es igualmente convincente, aportando un toque de humanidad y vulnerabilidad a una sociedad que lo rechaza.

El guion, adaptado con rigor y fidelidad al original, es una de las mayores fortalezas de la película. La película no se centra en la violencia explícita, sino en la escalada de la obsesión de Grenouille y la búsqueda de la perfección olfativa. La trama, a pesar de su lentitud, se mantiene absorbente, guiándonos a través de la mente retorcida del protagonista. La película, sin embargo, podría haber beneficiado de un ritmo más ágil en algunos momentos, y de una mayor exploración de las consecuencias sociales de las acciones de Grenouille. La película hace un gran trabajo al explorar la idea de la humanidad como algo definible por su olor, en contraposición con su valor social. El horror reside en la total falta de empatía de Grenouille, en su incapacidad para sentir nada por los demás.

En definitiva, “El Perfume” es una obra cinematográfica impactante, provocadora y visualmente impresionante. Es un estudio psicológico que nos hace cuestionar la naturaleza de la belleza, el horror y la importancia de la empatía. Es una experiencia que permanece en la memoria mucho después de que los créditos finales hayan rodado.

Nota: 8.5/10