En su momento, la película fue todo un éxito de crítica y público, llegando a ganar 3 premios Oscar: Mejor Actriz para Holly Hunter, que tocó ella misma el piano en la mayoría de las escenas en las que lo hacía su personaje; Mejor Actriz de Reparto para Anna Paquin, que se convirtió en una de las actrices más jóvenes de la historia en ganar un Oscar; y Mejor Guión Original para la propia directora. Además, con "El Piano", Jane Campion se convirtió en la primera mujer en recibir la Palma de Oro en Cannes.
El piano (1993)
(EN) · Drama, Romance · 2h 1m
Un Film de Jane Campion
Sinopsis de El piano
Año 1851. Ada, que es muda desde niña, acaba de enviudar. Un matrimonio concertado la obliga a dejar su Escocia natal y viajar a Nueva Zelanda, acompañada de su hija y de su piano. Allí conoce a su futuro marido, un próspero granjero que se niega a llevar a casa el piano. Abandonado en la playa, el instrumento será rescatado por un vecino que establece un extraño pacto con Ada: él la dejará usar su piano a cambio de que ella se deje tocar.
Ficha técnica
The Piano
EN
Jan Chapman
Reparto principal de El piano
Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en El piano.
Tráiler Oficial

Nuestra crítica de El piano
Opinión editorial sobre la película y valoración general del contenido.
Críticas de la película
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“El piano” (1993) de Jane Campion es una obra maestra silenciosa, un estudio profundo de la soledad, el deseo y la necesidad humana, que sigue resonando con fuerza décadas después de su estreno. La película, ambientada en la Nueva Zelanda del siglo XIX, se construye como una profunda reflexión visual y emocional, lejos de un melodrama convencional. Campion, desde el principio, nos sumerge en la experiencia de Ada McGrath (Holly Hunter), una mujer muda con un pasado doloroso y un futuro incierto. Su viaje, forzado por circunstancias y promesas matrimoniales, se convierte en una búsqueda personal de conexión y expresión, a pesar de su incapacidad para hablar.
La dirección de Campion es notable por su sutileza y su habilidad para transmitir emociones a través de la imagen y el silencio. La fotografía de Robert Nelson es simplemente deslumbrante, utilizando la luz natural y los paisajes neozelandeses para crear una atmósfera melancólica y hermosa. La banda sonora, compuesta por Michael Nyman, es esencial para la narrativa; la música no solo complementa las imágenes, sino que las intensifica, haciendo palpables los sentimientos de Ada, su anhelo y su desesperación. Campion explora magistralmente la idea de la comunicación no verbal, demostrando que el silencio puede ser un lenguaje tan poderoso como las palabras. La película no rehuye la crudeza de la vida, mostrando la dureza del entorno rural y el aislamiento de Ada, pero también la belleza y la ternura que pueden encontrarse incluso en los lugares más desolados.
La interpretación de Holly Hunter es absolutamente reveladora. Su actuación es un triunfo de sutileza y profundidad. La expresión facial de Ada, su lenguaje corporal y su mirada transmiten una gama completa de emociones, sin necesidad de recurrir a diálogos. La química entre Hunter y Harvey Keitel, quien interpreta al vecino Alisdair, es palpable y genera una tensión palpable. La relación entre ambos, basada en un pacto ambiguo y lleno de ambigüedad, es el corazón de la película. Keitel, con su interpretación de un hombre con un pasado oscuro y atormentado, aporta una complejidad emocional interesante al personaje. La película no da respuestas fáciles; el espectador se enfrenta a la incertidumbre y se pregunta constantemente sobre la verdadera naturaleza de la relación entre Ada y Alisdair.
El guion, adaptado de la novela de Julieta Edson, es inteligente y provocador. Campion evita caer en clichés sentimentales, optando por un retrato honesto y sin adornos de las complejidades del amor, la soledad y la pérdida. La película explora temas como el deseo, la ambigüedad moral, la identidad y la búsqueda de la propia voz, dejando al espectador con preguntas más importantes que respuestas concretas. La forma en que se manipula la relación entre Ada y Alisdair es brillante: se centra en las miradas, los gestos y el silencio, creando una atmósfera cargada de tensión sexual y emocional. La película no se preocupa por explicarlo todo, dejando espacio para la interpretación del espectador y permitiéndole construir su propia historia. Es una obra que te queda grabada en la memoria, invitándote a reflexionar sobre las formas en que nos comunicamos y nos relacionamos con los demás.
Nota: 9/10
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