El plan B (2010)

“El Plan B” es, en su esencia, una comedia romántica que se aferra a la fórmula probada y verdadera: una mujer soltera que, frustrada por la búsqueda del amor, decide tomar el control de su destino biológico. Jennifer Lopez ofrece una interpretación sólida, aunque algo contenida, de Zoe, una profesional ambiciosa que encarna la independencia moderna, pero que también revela una vulnerabilidad subyacente, un deseo desesperado de amor y maternidad. La actuación de Alex O'Loughlin como Stan es notablemente más dinámica. Él aporta una ternura y una seriedad que equilibran perfectamente el tono ligero de la película, y su interpretación es la que realmente eleva las escenas románticas. Logra transmitir una genuina curiosidad y un afecto que calan en el espectador.

La dirección de Peter Chelsom es competente, evitando la grandilocuencia y centrándose en los detalles cotidianos que enriquecen la trama. No se pretende revolucionar el género romántico, sino ofrecer una mirada fresca y moderna a la problemática de la maternidad y la soltería. Se centra en la incomodidad de las situaciones, en las miradas de desconfianza y en el lento derribamiento de las barreras emocionales entre Zoe y Stan. Sin embargo, la película recurre a veces a clichés del género, especialmente en algunos diálogos que podrían haber sido más sutiles. La narrativa, aunque entretenida, no presenta una complejidad argumental que la diferencie de otras comedias románticas similares. El ritmo, en general, es adecuado para el disfrute, sin estancamientos ni momentos de tensión excesiva, aunque podría haber beneficiado de un desarrollo más profundo de algunos personajes secundarios, relegados a roles meramente funcionales.

La película aborda el tema del embarazo a través de un prisma particular: el del miedo a la incertidumbre y la responsabilidad. Zoe, al ocultar su embarazo, es una imagen relatable para muchas mujeres que se enfrentan a dilemas similares. La comedia nace precisamente de esa situación de engaño y la percepción errónea de Stan sobre la relación. La película explora la idea de que el amor verdadero puede surgir de lugares inesperados y que no siempre se necesita un hombre ideal para ser feliz. No obstante, la historia, en su esencia, es predecible y, en ocasiones, un tanto simplista. La resolución final, aunque reconfortante, se siente ligeramente forzada. No obstante, “El Plan B” logra mantener el interés del espectador gracias a la química entre Lopez y O’Loughlin, y a su capacidad para generar momentos genuinamente divertidos y conmovedores.

En definitiva, “El Plan B” es una comedia romántica agradable y ligera, ideal para una noche de cine. No es una obra maestra, pero ofrece una dosis de optimismo y esperanza sobre la posibilidad de encontrar el amor, independientemente de las circunstancias. Su valor reside en la capacidad de evocar sentimientos de identificación y en su mensaje sobre la libertad para tomar el control de la propia vida.

Nota: 6/10