El profesional (Léon) (1994)

“El Profesional” (Léon, en su título original) es mucho más que una película de acción y persecuciones. Es una pequeña obra maestra de la tensión psicológica y la humanidad, un estudio profundo sobre la soledad y la redención. La dirección de Richard Donner es simplemente magistral; no recurre a la explosión constante de la acción, sino que construye una atmósfera palpable de peligro inminente. Donner se centra en la incomodidad, en el silencio entre las balas, en el temor de que el próximo momento sea el definitivo. La película respira, y esa sensación de claustrofobia, aunque lograda con exteriores, es parte esencial de su atractivo duradero. Se nota una gran sensibilidad en la composición de los planos y la elección de la banda sonora, elementos que acentúan el drama y la introspección.

La actuación de Jean Reno como León es, en esencia, la columna vertebral de la película. Reno no interpreta a un héroe tradicional, sino a un hombre marcado por el dolor y la responsabilidad, un ser complejo y taciturno que, a pesar de su apariencia salvaje, es capaz de una profunda ternura. La sutileza de su interpretación es lo que le permite comunicar más con la mirada que con las palabras. La química entre Reno y la joven Natalie Portman, que está en sus primeras apariciones en la gran pantalla, es increíble. Portman, a sus 12 años, ofrece una actuación sorprendentemente madura y conmovedora, llevando el peso emocional de la trama con una dignidad admirable. No se limita a ser la víctima, sino que aporta una vulnerabilidad genuina que obliga al espectador a empatizar con su situación.

El guion, adaptado de la novela de Luc Besson, es sorprendentemente sutil y evita caer en clichés. La trama principal, la persecución implacable por parte de la DEA, funciona como un motor, pero el verdadero interés reside en la relación que se desarrolla entre León y Mathilda. La película explora con maestría el tema de la pérdida y la necesidad de encontrar un propósito después de haber sufrido una tragedia. La idea de León cuidando las plantas, un símbolo de la vida y la esperanza, es un pequeño detalle que añade profundidad a la narrativa y refleja su intento de reconectar con el mundo después de su pasado brutal. No se hace glamuroso el trabajo de León, se muestra el coste que tiene en su vida y en su corazón. La película, en definitiva, es una reflexión sobre la justicia, la venganza y la posibilidad de encontrar redención en lugares inesperados.

Si bien la acción es intensa y efectiva, el verdadero valor de "El Profesional" reside en su capacidad para generar emociones genuinas y provocar la reflexión. Es una película que se queda contigo mucho después de haber terminado de verla.

Nota: 9/10