El regreso de Aladino (2018)

“El Regreso de Aladino” no es la joya de la corona que muchos esperaban, ni un resurgir a la gloria del clásico animado de Disney. La película, dirigida por Michael Scott y producida por la misma compañía, se siente más como una reinterpretación costosa y a veces confusa, que intenta modernizar un cuento atemporal pero termina sacrificando la magia original en busca de un espectáculo visualmente llamativo. La premisa, con Aladino, cansado de la vida palaciega y aburrido de la perspectiva de un matrimonio arreglado, emprender la búsqueda de su Genio para rescatar a Bagdad, tiene potencial, pero el guion carece de la sustancia que necesitaba para ser verdaderamente cautivador.

La dirección de Scott, sin duda, se centra en el despliegue de efectos especiales y la coreografía de las secuencias de acción. La película está visualmente deslumbrante; las secuencias de lucha son elaboradas y espectaculares, con un trabajo considerable en la CGI que realmente destaca. Sin embargo, esta abundancia de efectos especiales termina sobrecargando la narrativa. Se pierde el equilibrio, y las escenas de acción, por complejas que sean, a menudo carecen de propósito narrativo, simplemente buscando demostrar la capacidad técnica de los responsables. Además, la película recae demasiado en secuencias de acción rápidas y frenéticas, relegando a un segundo plano el desarrollo de personajes y la construcción de una trama coherente.

La actuación de Mena Massoud como Aladino es, en su mayoría, correcta. Demuestra agilidad y un cierto carisma, pero le falta profundidad. Sus momentos de vulnerabilidad son insuficientes para que el espectador conecte verdaderamente con su dilema. Layla (Naomi Scott) es presentable pero superficial, y su relación con Aladino se construye de una manera predecible y poco convincente. El villano, Shah Zaman, interpretado por Marwan Hussein, se siente como un cliché del malvado gobernante despiadado, carente de ambigüedad moral o motivaciones creíbles. Las actuaciones secundarias, incluyendo la del Genio, tienen un peso limitado en la historia.

Lo que más me decepcionó de “El Regreso de Aladino” es la forma en que se aborda el personaje del Genio. Le da un rol que se aleja del espíritu de la película original. Su presencia es más utilitaria que inspiradora, y su rol como “asesor tecnológico” resulta fuera de lugar. Además, la película intenta añadir complejidad a la relación de Aladino con su padre, pero termina diluyendo el tema central: el conflicto entre la responsabilidad y el deseo de una vida más allá del deber. La película parece intentando abarcar demasiado, tratando de incorporar elementos de aventura, romance, comedia y acción, sin lograr dominar ninguno de ellos. El resultado es una película que intenta ser todo para todos, pero que termina siendo indiferente en muchos aspectos.

Nota: 6/10