El regreso de los muertos vivientes 3 (Mortal Zombie) (1993)

“El Regreso de los Muertos Vivientes 3 (Mortal Zombie)” se presenta como un ejercicio de nostalgia excesiva y, francamente, una oportunidad perdida. Tras los dos primeros entregables de la franquicia original, que a pesar de sus defectos, gozaban de una cierto encanto por su crudeza y humor negro, esta secuela moderna se pierde en un mar de clichés y efectos especiales anticuados. El concepto inicial, la vuelta de los muertos vivientes a través de la exposición a un químico experimental, es prometedor, pero la ejecución resulta torpe y deslucida.

La dirección de Paul Thomas Anderson, conocido por su estilo particular y su capacidad para extraer emociones profundas de sus actores, parece sentirse fuera de lugar. Su visión, aunque intenta introducir cierta complejidad en la historia, se ve constantemente obstaculizada por una puesta en escena que, aunque técnicamente competente, carece de la sensibilidad que le caracteriza. Se intuye que Anderson se esforzó por elevar el nivel, pero la película parece víctima de un presupuesto limitado y de una ejecución que no logra alcanzar su potencial. La acción, crucial para un slasher zombi, se siente repetitiva y, a menudo, carente de tensión. La banda sonora, en general, es poco inspirada y contribuye a la sensación de artificio.

Las actuaciones son desiguales. Michael Jai White, como Curt Reynolds, ofrece una interpretación sombría y contemplativa, aunque sus motivaciones y su desarrollo personal resultan poco convincentes. El personaje de Julie, interpretada por una Lily Collins inmersa, se muestra inicialmente atractiva, pero su transformación en zombie “come-cerebros” es abrupta y poco desarrollada. La creación de la amenaza zombie se siente apresurada y superficial, sin profundizar en las consecuencias emocionales y sociales de la resurrección masiva. El guion, plagado de diálogos forzados y situaciones inverosímiles, carece de un ritmo adecuado y se basa en un humor que, en su mayoría, resulta pueril y poco efectivo. La trama, adolece de una planificación muy pobre, con giros argumentales poco creíbles y una resolución que se siente predecible y demasiado rápida.

A pesar de sus ambiciones y de la presencia de un reparto talentoso, “El Regreso de los Muertos Vivientes 3” no logra revivir el espíritu de los originales. Se podría argumentar que busca una conexión con la nostalgia, pero termina siendo un metaje excesivo que se burla de sí mismo sin aportar nada nuevo a la fórmula. La película es una decepción, especialmente para aquellos que esperaban una secuela que honrara el legado de la franquicia. No es un mal film, pero tampoco es un gran film. Se trata más bien de una película olvidable.

Nota: 4/10