El reto del samurái (1982)

“El Reto del Samurái” (2017) es una película que, a pesar de sus pretensiones de ser un thriller de acción oriental con toques de drama familiar, acaba decepcionando en gran medida. La premisa, la de un boxeador americano que debe proteger una espada samurái valiosa de un enigmático y peculiar cliente japonés, es intrínsecamente atractiva. Sin embargo, la ejecución no alcanza a elevar la historia más allá de una fórmula ya vista, con un ritmo desigual y un guion que, en definitiva, no explota todo su potencial.

La dirección de Teruo Aragaki es competente, logrando crear una atmósfera visualmente atractiva, con planos que enfatizan la belleza del paisaje japonés y la imponente arquitectura tradicional. El uso de la luz y la sombra, y la incorporación de elementos visuales que evocan la estética samurai, son notables. Sin embargo, la dirección no aporta una frescura particular a la narrativa; se limita a registrar los acontecimientos de una manera correcta, pero sin un estilo propio que hable en la pantalla. La banda sonora, aunque efectiva en algunos momentos, a veces se siente forzada y melodramática, contribuyendo a la sensación de artificiosidad.

El núcleo de la película reside en las interpretaciones, y aquí es donde encontramos algunas de sus mayores fortalezas. Hiroyuki Sanada, como el enigmático Minsa, ofrece una actuación cautivadora. Su presencia imponente, tanto física como interpretativa, inyecta un peso importante al personaje y a la trama en general. Sin embargo, junto a él, Rinko Kikuchi, en el papel de la hija de Minsa, no logra transmitir la profundidad emocional que se le exige. Ewan McGregor, como el protagonista, se muestra correcto, aunque su personaje, el boxeador Jake, carece de una profundidad y motivación que le permitan conectar verdaderamente con el espectador. Su actuación es funcional, pero no destaca.

El guion, a pesar de las buenas intenciones, es su principal debilidad. La trama se complica considerablemente, con numerosos giros y subtramas que, en su mayoría, no están bien integradas. El conflicto entre los hermanos y la historia de las espadas gemelas, aunque intencionalmente ambigua, se siente superficial y poco desarrollada. Además, el ritmo es errático, alternando momentos de acción tensa con escenas de diálogo que, en su mayoría, son poco convincentes. La película, en su esfuerzo por abarcar demasiado, termina diluyendo el impacto de la historia y perdiendo el interés del espectador. La resolución final, en particular, resulta algo anticlimática y no logra dar un cierre satisfactorio a la compleja narrativa.

En definitiva, "El Reto del Samurái" es una película que tiene potencial, pero que termina siendo un ejercicio formalista y algo predecible. Ofrece algunas imágenes visuales atractivas y una actuación sólida de Hiroyuki Sanada, pero no logra compensar sus problemas de guion y ritmo. Es una película entretenida, pero sin memorabilidad.

Nota: 6/10