El riesgo del vértigo (1993)

“El riesgo del vértigo” es un thriller de acción claustrofóbico que, a pesar de su premisa sencilla, logra generar una atmósfera tensa y perturbadora que se aferra a la audiencia. Dirigida con una precisión quirúrgica por Robert Zemeckis (en su regreso al cine después de años de trabajo en animación), la película no busca deslumbrar con efectos especiales o una narrativa compleja; en cambio, se centra en la inmediatez del peligro, utilizando un espacio cerrado y la perspectiva del vehículo como herramienta fundamental para crear un sentimiento constante de amenaza.

La dirección de Zemeckis es magistral en la forma en que construye la tensión. La elección del descapotable como escenario principal es brillante. No es simplemente un vehículo de transporte, sino un espacio confinado donde los personajes se sienten atrapados, sin posibilidad de escape. Las tomas en primer plano, casi hipnóticas, nos sumergen en la mente de los protagonistas, transmitiendo su paranoia y su creciente desesperación. Zemeckis evita las soluciones fáciles, no nos explica el pasado de los personajes, ni nos ofrece justificaciones para sus actos. Simplemente, nos muestra un grupo de criminales en el borde del abismo, y la experiencia se siente visceral.

El reparto ofrece interpretaciones sólidas. Oscar Isaac, en el papel del estafador principal, transmite una mezcla palpable de confianza y vulnerabilidad. Sus movimientos, su mirada, todo comunica la urgencia de la situación y la fragilidad emocional que oculta tras su exterior de acero. Ana de Armas, como la pareja de uno de los estafadores, aporta un elemento de romanticismo forzado que, paradójicamente, intensifica la sensación de peligro. La química entre ambos es auténtica y contribuye a la atmósfera turbulenta.

El guion, aunque conciso, es efectivo. La trama se desarrolla con un ritmo implacable, evitando largas explicaciones y centrando la atención en el momento presente. Los diálogos son secos, directos, lo que refuerza la sensación de peligro inminente. Sin embargo, es la construcción de la atmósfera la que realmente destaca. La película juega constantemente con la anticipación, generando un suspense que se acumula progresivamente hasta alcanzar un clímax brutal y sorprendente. La decisión de introducir a la policía de forma tan abrupta, aunque inicialmente pueda parecer un recurso barato, funciona sorprendentemente bien, desestabilizando la película y obligando al espectador a reinterpretar los eventos que se han desarrollado hasta el momento.

No obstante, la película no está exenta de defectos. Algunos pueden encontrar la resolución un tanto apresurada, y el tono, por su intensidad, puede resultar excesivamente sombrío. Sin embargo, estas pequeñas imperfecciones palidecen en comparación con la fuerza y la eficacia del resto de la película. “El riesgo del vértigo” es una experiencia cinematográfica intensa, claustrofóbica y, sobre todo, profundamente inquietante. Un thriller moderno que se aleja de la espectacularidad para apostar por la tensión psicológica y la atmósfera.

Nota: 8/10