“El Secreto de los Hermanos Grimm” es una película que se ancla firmemente en la atmósfera gótica y el folklore europeo, ofreciendo una experiencia visualmente rica y auditiva que, sin embargo, no logra alcanzar la cúmulo de potencial que plantea. La película, dirigida por Dennis Kelly, se basa en la premisa de un dúo de cuentacuentos que se ganan la vida engañando a la gente con historias de terror, lo que proporciona un punto de partida intrigante que se desarrolla a lo largo de una trama compleja y con giros sorprendentes. No obstante, la ejecución no siempre cumple con las expectativas.
El guion, aunque inicialmente prometedor, a veces tropieza con ciertos elementos que restan credibilidad a la historia. La justificación de la maldición que aqueja al pueblo, aunque presente, no se siente completamente desarrollada y carece de la profundidad necesaria para sumergir por completo al espectador. Algunos de los flashbacks, destinados a contextualizar la relación entre Jake y Will, se sienten un tanto forzados y diluyen el ritmo de la película. Sin embargo, la película compensa estas fallas con el manejo de sus personajes principales. Oscar Isaac y Nicholas Hoult ofrecen interpretaciones convincentes, logrando transmitir la dinámica compleja y a veces tensa entre los hermanos. La relación entre Jake, interpretado por Isaac, el hermano más cínico y pragmático, y Will, encarnado por Hoult, el hermano más sensible y atormentado por su pasado, es el corazón de la película y se desarrolla de forma creíble y emotiva. Su evolución a lo largo de la trama es palpable y genera empatía en el espectador.
La dirección de Dennis Kelly logra crear una atmósfera de inquietud constante. El uso de la luz y la sombra, combinado con la banda sonora de Alexandre Desplat, es efectivo para transmitir la sensación de peligro inminente. La película está visualmente hermosa, con paisajes oscuros y detallados que evocan la campiña alemana del siglo XIX. El diseño de producción es impecable, creando un mundo creíble y perturbador. La película no rehúye el gore, aunque lo presenta de una manera relativamente contenida, priorizando la atmósfera y la tensión psicológica sobre la violencia explícita. Un aspecto particularmente destacado es la utilización de elementos del folklore y las leyendas germánicas, que no son simplemente ornamentales, sino que se entrelazan con la trama de forma significativa.
A pesar de sus virtudes, “El Secreto de los Hermanos Grimm” no es una obra maestra del terror psicológico. La trama, en ocasiones, se vuelve algo confusa y los giros argumentales, aunque bien trabajados, pueden resultar predecibles. No obstante, la película logra mantener el interés del espectador gracias a sus personajes y su atmósfera inquietante. Es un thriller sobrenatural que, si bien no redefine el género, merece la pena ver por su estética y sus interpretaciones.
Nota: 7/10