“El secreto de Mary Reilly” es una película que, lejos de ser una simple adaptación de la novela de Carmichael Clarke, se erige como una exploración sombría y fascinante de la dualidad humana, el secreto y las consecuencias del deseo. La película, dirigida con una meticulosa atención al detalle por Antonio Banderas (en su debut como director), no se adscribe a los clichés del género de terror gótico, sino que se sumerge en la psicología de sus personajes, ofreciendo una experiencia cinematográfica considerablemente más densa y perturbadora.
La película se beneficia enormemente de las actuaciones de Glenn Close, que ofrece una interpretación magistral de Mary Reilly. Su retrato de la joven sirvienta es complejo y matizado. Close logra transmitir la fragilidad inherente a su pasado, junto con una fuerza interior que la impulsa a protegerse y, paradójicamente, a resistir las tentaciones que se le presentan. Su Mary Reilly no es una víctima pasiva, sino una mujer que lucha por mantener su integridad en un entorno de secretos y peligros. La química entre Close y Stephen Craze, quien interpreta al doctor Jekyll, es palpable y contribuye significativamente a la atmósfera de tensión constante que impregna la película.
Stephen Craze, como Jekyll, asume el papel con una elegancia inquietante. Su interpretación evita caer en la caricatura del científico excéntrico, optando por un retrato sutil y, a veces, incluso vulnerable. La película explora con éxito la relación entre Jekyll y Hyde, no como una mera demostración de maldad, sino como un catalizador para el propio deterioro de Jekyll. El guion, adaptado de la novela, se adhiere a la esencia de la historia original, pero lo hace con una elegancia narrativa que evita la excesiva exposición. Las escenas en las que se observa la transformación de Jekyll en Hyde son particularmente impactantes, no por efectos especiales ostentosos, sino por la sutil descripción de las emociones y el sufrimiento que acompañan a ese proceso. La fotografía, con una paleta de colores oscura y opresiva, refuerza la sensación de aislamiento y decadencia que describe la película.
Sin embargo, la película no está exenta de críticas. Algunas tramas secundarias se sienten un poco forzadas y la resolución final, aunque coherente con la novela, podría haber sido más ambigua y sugerente. No obstante, estos pequeños defectos no empañan en absoluto la experiencia general. “El secreto de Mary Reilly” es un thriller psicológico que desafía al espectador a confrontar sus propias sombras y a cuestionar la naturaleza de la moralidad. La película logra crear un ambiente gótico moderno, que, a pesar de su temática oscura, presenta una belleza inquietante y perturbadora.
Nota: 7.5/10