El síndrome de China (1979)

(EN) · Drama, Suspense · 2h 2m

Hoy en día, sólo un puñado de las personas saben lo que significa... Pronto lo sabrás.

Póster de El síndrome de China
Media
7.1 /10

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Sinopsis

Durante la realización de un reportaje rutinario sobre el funcionamiento de una central nuclear, una reportera de televisión y su fotógrafo descubren un posible accidente que puede poner en peligro la seguridad de la planta y de la ciudad de Los Angeles.

Ficha de la película

Título original

El síndrome de China


Estreno


Géneros

Idioma original

EN


Dirección

Guionista

Michael Douglas


Reparto principal de El síndrome de China

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en El síndrome de China.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de El síndrome de China

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto El síndrome de China. Consulta sus valoraciones y comentarios.

David Campos
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (7.5/10)

“El Síndrome de China” no es una película que te impacta de inmediato, sino que se instala lentamente en tu mente, como el sutil miedo que puede ser la presencia silenciosa de una amenaza latente. Esta thriller de suspense, dirigida por Alex van Warmerdam, evita los clichés del género, ofreciendo un estudio psicológico de la paranoia y la desconfianza, en un escenario aparentemente banal: una central nuclear en Los Ángeles. La película se centra en la reportera de televisión, Maggie (Tilda Swinton), y su fotógrafo, Robert (Martin Freeman), quienes se embarcan en un reportaje sobre el funcionamiento de la planta. Lo que comienza como una tarea rutinaria se convierte, paulatinamente, en una espiral de sospechas, al descubrir indicios de un posible fallo inminente que podría resultar catastrófico.

La película destaca, en primer lugar, por su dirección con un toque inquietante y deliberadamente glacial. Van Warmerdam construye una atmósfera de tensión constante, no a través de sustos fáciles, sino mediante la sutil manipulación de la cámara, la iluminación y el sonido. La imagen de la central nuclear, usualmente asociada a imágenes apocalípticas, se presenta aquí como un espacio aparentemente normal, pero que, con el paso del tiempo, se revela como un lugar de creciente inquietud. El uso de planos largos y silenciosos, combinado con la banda sonora minimalista y perturbadora, crea una sensación de incomodidad que se instala en el espectador. Es una dirección que, si bien no busca el aplauso masivo, busca el reconocimiento por su maestría en la creación de una atmósfera opresiva y perturbadora.

El reparto es impecable. Tilda Swinton, en particular, ofrece una actuación magistral, transmitiendo la creciente paranoia y la desconfianza de Maggie con una sutilidad y profundidad que es verdaderamente admirable. Su personaje es una mujer ambigua, con sus propios secretos y motivaciones, lo que hace que la creciente desconfianza que siente hacia Robert, y hacia todo el entorno, sea especialmente impactante. Martin Freeman, como siempre, aporta una calma y una honestidad que contrastan perfectamente con la creciente locura de Swinton. Sin embargo, la película no se centra únicamente en estos dos personajes; el resto del elenco, aunque con menor protagonismo, contribuye a la creación de un ambiente de creciente desconfianza, donde nadie parece ser completamente fiable.

El guion, escrito por Van Warmerdam y Vanja Kalogera, es donde reside la verdadera fuerza de la película. Evita la narrativa convencional, planteando preguntas sobre la naturaleza de la verdad, la percepción y la responsabilidad. La trama no se centra en la resolución del misterio, sino en las consecuencias psicológicas de la duda y la sospecha. El guion explora la fragilidad de la razón humana ante la incertidumbre y la facilidad con la que la paranoia puede consumir la mente. La película no ofrece respuestas fáciles, dejando al espectador con más preguntas que certezas, y este es, en mi opinión, un punto fuerte innegable. Es una película que te obliga a reflexionar sobre tu propia capacidad de discernimiento y sobre la facilidad con la que podemos ser víctimas de nuestra propia interpretación.

En definitiva, "El Síndrome de China" es un thriller psicológico inteligente y atmosférico, que se aleja de las convenciones del género y ofrece una experiencia cinematográfica inquietante y memorable. No es una película para todos los públicos, pero para aquellos que aprecien el cine que provoca la reflexión y que no temen enfrentarse a la ambigüedad, es una joya poco convencional.

Nota: 7.5/10

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