El souvenir (2019)

“El Souvenir” (2021) de Charlotte Wells es una experiencia cinematográfica que se instala en la memoria con la persistencia de un recuerdo descolorido pero imborrable. No se trata de una película grandilocuente ni repleta de giros argumentales, sino de una exploración íntima y a menudo incómoda de la primera experiencia amorosa y de la pérdida de la inocencia. Wells, director y guionista, logra un equilibrio delicado entre la nostalgia, el misterio y la ambigüedad moral, creando una atmósfera palpable que te envuelve desde el primer fotograma.

El film, ambientado a principios de los ochenta, se centra en la relación entre Holly (Haley Lu Richardson), una joven aspirante a directora de cine, y Bobby (Robert Pattinson), un hombre mayor, sofisticado y aparentemente despreocupado. La película no revela, de entrada, la naturaleza de la relación de Bobby, dejando al espectador en un estado constante de interrogación. Esta estrategia es, sin duda, una de las mayores fortalezas de la película: no ofrece respuestas fáciles ni explicaciones directas, obligando al espectador a interpretar y a conectar con los personajes a través de sus miradas, sus gestos, sus silencios. La incomodidad de esta relación, la mezcla de fascinación, de duda, de vulnerabilidad, se transmite de manera magistral. El uso de la cámara, deliberadamente plana y natural, contribuye a esta sensación de autenticidad, como si estuviéramos observando un fragmento de la vida real, capturado accidentalmente en una cinta de vídeo.

Las actuaciones son excepcionales. Haley Lu Richardson ofrece una interpretación conmovedora y sutil como Holly, capturando a la perfección la inseguridad, la curiosidad y la rebeldía de una joven que está descubriendo su propia voz. Robert Pattinson, por su parte, redefine por completo su imagen como actor, entregando una actuación desmitificada y profundamente humana. Bobby no es un héroe, ni un villano. Es un hombre complejo, con una historia personal que se revela gradualmente, y Pattinson lo interpreta con una honestidad brutal que es, a la vez, perturbadora y redentora. La química entre ambos es palpable, generando un dinamismo que impulsa la narrativa. No se trata solo de una relación romántica, sino de una conexión existencial, una búsqueda de identidad y un intento de comprender el pasado.

La dirección de Wells es refinada y meticulosa. La película está llena de pequeños detalles que evocan la época, desde la ropa y la música hasta los objetos cotidianos. La banda sonora, compuesta por los Sisters of Mercy, es particularmente efectiva, creando una atmósfera onírica y melancólica. La película no se rehúsa a mostrar la imperfección de la relación, las pequeñas tensiones, los momentos de silencios incómodos, que son esenciales para la construcción de la narrativa. "El Souvenir" no ofrece soluciones fáciles ni finales felices. Es una película que permanece con el espectador, invitándole a reflexionar sobre el amor, la pérdida, la memoria y la naturaleza subjetiva de la verdad.

Nota: 8.5/10