El submarino (Das Boot) (1981)

“Das Boot” (El Submarino) de Wolfgang Petersen no es simplemente una película de guerra; es una experiencia visceral que te arrastra a las claustrofóbicas entrañas de un submarino alemán U-Boot durante la Segunda Guerra Mundial. Petersen logra, a través de una dirección magistral y una narrativa implacable, convertir una unidad de combate en un universo cerrado, un microcosmos de desesperación, miedo y la brutalidad de la supervivencia. La película, estrenada en 1981, se mantiene sorprendentemente relevante y perturbadora en la actualidad, no solo por su retrato histórico, sino por su exploración universal de la condición humana bajo presión extrema.

La dirección de Petersen es, sin duda, la piedra angular de la película. Utiliza el espacio reducido del submarino como una metáfora poderosa de la claustrofobia y el aislamiento psicológico. La fotografía, especialmente en las escenas bajo el agua, es asombrosa, creando atmósferas densas y opresivas que transmiten la sensación de estar atrapado en un lugar sin salida. El uso innovador de la cámara, con tomas contrapuntadas, cámara a bordo y ángulos inusuales, sumerge completamente al espectador en la experiencia de los tripulantes. La banda sonora, minimalista y perturbadora, acentúa la tensión y la desesperación de la situación. Es una obra maestra de la puesta en escena, donde cada detalle visual y auditivo contribuye a la creación de un ambiente inmersivo y angustiante.

Las actuaciones son, en su mayoria, excepcionales. Thomas Köstner, como el comandante Klaus Richter, ofrece una interpretación compleja y sutil, mostrando tanto la autoridad impuesta como la duda y la impotencia de un hombre encargado de la vida de sus hombres. Uwe Bohlemann, como el joven navegante Helge Kellers, es la joya de la corona. Su evolución desde la ingenuidad inicial hasta la resignación y, finalmente, la esperanza, es conmovedora y creíble. El resto del elenco, compuesto por jóvenes actores alemanes que, en su mayoría, eran desconocidos en ese momento, también logran dar vida a personajes entrañables, cada uno con sus propias motivaciones y miedos. La química entre los actores es palpable, lo que intensifica el impacto emocional de la película.

El guion, adaptado de la novela de Udo Walz, se destaca por su honestidad brutal y su enfoque en la psicología de los personajes. La película no glorifica la guerra ni presenta un heroísmo exagerado. Muestra la realidad cruda y despiadada de la vida en un submarino, con sus largas horas de tensión, el hambre, la falta de higiene, el miedo constante a los torpedos y la incertidumbre de la misión. La película, aunque se centra en la experiencia de los alemanes, ofrece una visión crítica de la guerra y de la ideología que la impulsa. El guion plantea preguntas sobre la responsabilidad individual y colectiva en tiempos de conflicto, así como sobre la fragilidad de la condición humana. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que nos deja con una reflexión inquietante sobre los costes humanos de la guerra.

“Das Boot” es, en definitiva, una película imprescindible que trasciende el género bélico para convertirse en una poderosa meditación sobre la naturaleza del miedo, la supervivencia y la condición humana. Su impacto visual, la intensidad de las actuaciones y la honestidad del guion la convierten en una experiencia cinematográfica inolvidable.

Nota: 9/10