“El Suplente” es una película que, en principio, prometía una confrontación visceral entre la intelectualidad universitaria y la dura realidad de los barrios marginales de Buenos Aires. Sin embargo, la ejecución, a pesar de contar con un reparto talentoso, resulta más bien decepcionante y hueca, dejando una sensación de potencial mal aprovechado. Sebastián Picurro, en su dirección, intenta mantener un tono melancólico y contemplativo, lo que le permite explorar la complejidad de la memoria y el peso del pasado, pero se ahoga en un melodrama excesivamente sentimental y una trama que, en definitiva, se siente predecible.
El punto de partida, la situación de Dilan, un joven atrapado en la red de un clan criminal, genera cierta tensión al principio. La relación entre Lucio, el profesor de literatura, y su padre, un hombre marcado por el pasado y las malas decisiones, es el núcleo emocional de la historia. Sin embargo, la película se adentra en un territorio que a veces se siente superficial, explorando las heridas del pasado sin profundizar en las raíces de la violencia y la pobreza que los rodean. La dirección de Picurro, aunque visualmente cuidada con planos que evocan la nostalgia y la humedad de los barrios, se pierde a menudo en la contemplación estética, sacrificando el ritmo narrativo y el desarrollo de los personajes.
Las actuaciones son, en su mayoría, sólidas. Martín Piñeiro, como Lucio, ofrece una interpretación convincente, transmitiendo la frustración y la ambivalencia de un hombre que regresa a sus orígenes y se enfrenta a sus propios demonios. La interpretación de José A. Cappello, como el padre de Dilan, es particularmente conmovedora, dotando al personaje de una dignidad y una tristeza palpables. Sin embargo, el propio Dilan, interpretado por Juan Minujín, queda relegado a un papel secundario, carente de la profundidad que merecía, y su motivación para meterse en problemas con los narcos se siente un poco forzada.
El guion, firmado por Sebastián Picurro y Mariana Granero, es la debilidad principal de la película. La trama se complica innecesariamente, introduciendo elementos de suspense que no llegan a desarrollarse plenamente. Además, la relación entre Lucio y Dilan, central en la narrativa, no se construye con la suficiente sutileza, resultando en un romance melodramático que resta credibilidad a la historia. La película parece temer, por el mismo motivo, abordar directamente las causas de la violencia en la comunidad, optando por la ambigüedad y la especulación, en lugar de ofrecer una reflexión más honesta y profunda.
En definitiva, "El Suplente" es una película que, a pesar de contar con un buen elenco y una dirección cuidada, se ve empañada por un guion poco trabajado y una trama que, en última instancia, no logra sorprender. Es un intento interesante de explorar las contradicciones de la identidad y el impacto del pasado, pero que termina siendo un ejercicio de estilo más que una obra cinematográfica realmente significativa. Se siente como una oportunidad perdida para abordar temas complejos con una mayor profundidad y complejidad.
Nota: 6/10