El sustituto (1996)

“El sustituto” es un thriller de acción de ritmo rápido que, aunque carece de la profundidad emocional que podría haberle aportado, logra entretener con una serie de secuencias de violencia coreografiadas y un protagonista carismático interpretado por Gerard Butler. La película, que se ambienta en el bullicioso Miami, propone una premisa interesante: un ex marine, John Shale, regresa a su pasado cuando su antigua novia, una profesora, le pide ayuda ante una situación de peligro en su instituto. La película se beneficia de la creciente preocupación por la seguridad escolar y utiliza ese temor como telón de fondo para una historia de venganza implacable.

La dirección de d'Agata es competente, logrando mantener el interés del espectador gracias a un montaje ágil y una utilización efectiva de la música para intensificar la tensión en las escenas de acción. Sin embargo, se le ve a veces apurada, recurriendo a clichés y a momentos visuales que, aunque impactantes, no aportan nada nuevo al género. La película no se permite detenerse en explorar las motivaciones de los criminales, ni en profundizar en el trauma de Shale, relegándolos a roles de villanos unidimensionales. Esto, junto con una fotografía que, si bien es estilizada, carece de originalidad, contribuye a un resultado algo superficial.

Gerard Butler, como siempre, brilla en su papel. Su Shale es un hombre endurecido por la guerra, un veterano que lucha con sus demonios internos, y su interpretación está llena de matices y una física presencia imponente. Aunque la química entre Butler y la actriz principal no es especialmente fuerte, el conflicto entre ellos está bien construido y aporta un punto de interés dramático a la trama. El resto del elenco es competente, pero se pierden en medio de la acción, no dejando una impresión duradera. La tensión, paradójicamente, no reside tanto en el terror psicológico, sino en las coreografías de pelea que parecen sacadas directamente de un videojuego.

El guion, escrito por Sean Shaw, es donde la película más notablemente falla. A pesar de las buenas intenciones, la historia se siente predecible y llena de agujeros argumentales. El trasfondo de los criminales y su organización resultan vagos y poco convincentes. La resolución, aunque satisfactoria en términos de acción, es un poco abrupta y no ofrece las consecuencias que podría haber tenido una historia más ambiciosa. Además, el uso de la figura del profesor sustituto es una excusa para justificar la presencia de Shale en el instituto, pero no se explora en profundidad el impacto de su llegada en la comunidad escolar.

En definitiva, “El sustituto” es un thriller de acción entretenido pero olvidable. Ofrece momentos de tensión y un protagonista carismático, pero carece de originalidad y profundidad. Es una película para ver en una noche de cine, sin pretensiones, que promete acción y explosiones, cumpliendo su promesa a medias.

Nota: 6/10