El tesoro de los Caballeros Templarios III: La Corona de la Serpiente (2008)

“El Tesoro de los Caballeros Templarios III: La Corona de la Serpiente” es una película que, en última instancia, se queda corta de lo que podría haber sido. Bajo la atenta mirada de un equipo creativo que claramente se ha esforzado por mantener la franquicia viva, el resultado es una aventura de acción y fantasía con algunos momentos brillantes, pero también con pasajes que ralentizan el ritmo y despriorizan la construcción de personajes, dejando un sabor agridulce.

La dirección de Mark Bailey, responsable de las entregas anteriores, mantiene un estilo visualmente pulido y con un gusto por la espectacularidad. Las secuencias de acción, en particular las que involucran acrobacias y efectos especiales, son impresionantes y se ejecutan con soltura. Sin embargo, a veces la filmación se vuelve excesiva, alejándose de un tono más narrativo y favoreciendo el despliegue visual por encima de la atmósfera y el suspense. Se echa en falta un uso más efectivo del paisaje, que podría haber contribuido a generar una sensación de aventura más genuina y un mayor inmersión para el espectador.

Las actuaciones son un punto fuerte de la película. James Stark, como el protagonista, Leo, mantiene una actitud convincente, aunque su personaje, en general, es un poco plano y carente de profundidad. La actriz principal, Gemma Davies, aporta una presencia sólida y una cierta vulnerabilidad que contrasta con la intensidad de la trama. Sin embargo, el reparto secundario, que incluye a veteranos de la franquicia, no aprovecha al máximo su potencial. Algunos personajes se sienten más como vehículos para avanzar la historia que como individuos con motivaciones y arcos de desarrollo significativos.

El guion, que está a cargo de varios colaboradores, es donde la película realmente se desmorona. La trama principal, centrada en la búsqueda de la Corona de la Serpiente, es predecible y carece de originalidad. El conflicto con los devotos de Creta, aunque potencialmente interesante, se resuelve de una manera demasiado rápida y simplificada. Se recurre a clichés y fórmulas establecidas, sin aportar ninguna innovación ni sorpresa. Además, el guion es confuso en algunos momentos, con un desarrollo de los personajes y sus relaciones que es irregular y a veces contradictorio. Se pierden oportunidades para explorar temas más complejos, como la historia, la cultura o la moralidad, en favor de una acción desordenada. La película se siente, en definitiva, como un ejercicio de reciclaje de ideas y elementos ya vistos en entregas anteriores.

A pesar de sus fallas, “El Tesoro de los Caballeros Templarios III: La Corona de la Serpiente” ofrece entretenimiento para aquellos que buscan una aventura de acción de gran presupuesto. No obstante, es una película que no alcanza a ser memorable y que podría haber aprovechado mejor su potencial. El presupuesto, por supuesto, es un factor importante, pero la historia y la ejecución carecen del pulido y la creatividad necesarios para elevarla por encima de la mediocridad.

Nota: 6/10