El tesoro de Manitu (2001)

“El tesoro de Manitu” es una entrega del Western que, si bien no llega a la grandeza de algunos clásicos del género, ofrece un entretenimiento sólido y una dosis refrescante de humor, recordando en cierta medida el espíritu de las películas de Ennio Morricone. La película se erige como una clara homenaje a los clásicos, pero sin la pretensión de reinventar la rueda. En lugar de eso, se abraza con gusto sus raíces y las explota al máximo.

La dirección de Frank Schatz, aunque no particularmente innovadora, es funcional y eficaz para construir la atmósfera típica del Lejano Oeste. Hay una clara influencia de Sergio Leone, en particular en la puesta en escena de los paisajes y en el uso de la música, aunque la banda sonora no alcanza la memorabilidad de las composiciones de Morricone. Sin embargo, el director se inclina por un tono más ligero y menos dramático, lo que puede resultar atractivo para aquellos que buscan un Western más accesible. La dirección de los planos es ágil y la película mantiene un ritmo constante, evitando los momentos de letargo que pueden minar el interés del espectador. La cinematografía es agradable, si bien no destaca por la originalidad. La luz y las sombras se utilizan para generar tensión y ambiente.

El reparto es notable, liderado por Robert Wagner en el papel del Jefe Apache Abahachi. Wagner, con su presencia imponente y su carisma natural, encarna a la perfección al protagonista, un hombre honorable y respetado que lucha por proteger a su tribu. Su actuación es convincente y transmite la complejidad de un líder dividido entre su deber y sus propios principios. El resto del elenco, incluyendo a John Saxon como Ranger y a Richard Gere en un papel más secundario pero efectivo, cumplen con creces, aportando matices y personalidad a sus respectivos roles. Gere, en particular, demuestra su versatilidad interpretativa. La química entre los tres actores es palpable, lo que enriquece las escenas de interacción y diálogos.

El guion, aunque no complejo, se beneficia de un argumento ingenioso y lleno de giros inesperados. La trama, centrada en la búsqueda del tesoro y la resolución de la acusación, es entretenida y mantiene al espectador enganchado hasta el final. El humor, presente en varias escenas, no es excesivo y se integra de manera orgánica en la narrativa. El elemento del mapa dividido, y la búsqueda de sus fragmentos, añade un componente de aventura y suspense a la historia. Sin embargo, el guion podría haber sido más profundo y explorar mejor las motivaciones de algunos personajes secundarios. La justificación de algunos actos, especialmente los de Santa María, resulta un tanto simplificada.

En definitiva, "El tesoro de Manitu" es una película de Western de entretenimiento, con un buen reparto y una trama interesante. No es una obra maestra, pero ofrece una experiencia visual y sonora agradable, y reivindica el espíritu de aventura y el humor del género. Es una película que se disfruta sin grandes pretensiones y que puede resultar gratificante para los fans del género.

Nota: 7/10