El tesoro del Amazonas (2003)

“El Tesoro del Amazonas” es una aventura explosiva que, a pesar de sus evidentes influencias, logra un equilibrio sorprendentemente efectivo entre la acción desenfrenada, el humor torpe y un guiño a las películas de acción clásicas. No es una obra maestra de la cinematografía, ni redefine el género, pero ofrece un entretenimiento sólido y, a veces, inesperadamente divertido. La película se beneficia enormemente de la presencia física de Dwayne “The Rock” Johnson, quien se muestra, como suele ser habitual, como un personaje carismático y dominante, aunque con una vulnerabilidad subyacente que le permite conectar con el espectador. Su interpretación, aunque predecible en algunos momentos, aporta un contrapunto interesante a la inocencia y la torpeza de su compañero.

La dirección de J.T. Petty es funcional, sin prisas, y se enfoca en mantener el ritmo de la acción a un nivel constante. Se aprovechan bien los paisajes exuberantes del Amazonas, que no son solo un telón de fondo, sino un personaje en sí mismo. Las secuencias de acción, aunque coreografiadas de forma convencional, son visualmente estimulantes y, en algunos puntos, sorprendentemente creativas en su uso del entorno natural. Se observa una apuesta por la estética de las películas de aventura de los años 80, con toques de “Indiana Jones” y “La Roca Contra el Mundo”, un homenaje que, comprensiblemente, funciona bien y atrae a una audiencia familiar. Sin embargo, la dirección carece de una visión particular que la distinga de otros títulos del género.

El guion, escrito por Ryan Merriman y el propio Johnson, es donde la película presenta sus mayores debilidades. La trama es bastante simple y predecible, con personajes secundarios caricaturescos que se quedan en arquetipos. El desarrollo de la relación entre “The Rock” y el joven buscador de tesoros, Bruno (Pedro Pascal), se siente forzado y poco convincente al principio, pero gracias al trabajo de los dos protagonistas, logra adquirir cierta calidez. El humor, aunque presente, suele ser gratuito y a menudo, excesivamente forzado. A pesar de algunos diálogos ingeniosos, la película no logra construir un mundo rico y detallado alrededor de la leyenda del tesoro, lo que disminuye la inversión emocional del espectador.

No obstante, es importante destacar la química entre Johnson y Pascal, que es el punto fuerte indiscutible de la película. Su interacción, repleta de bromas y tensiones, es lo que salva a “El Tesoro del Amazonas” de una calificación aún más baja. La película se beneficia, además, de una banda sonora enérgica que acompaña a la acción y refuerza la sensación de aventura. En definitiva, “El Tesoro del Amazonas” es un entretenimiento ligero y accesible, ideal para una noche de cine en familia o para aquellos que buscan una película de acción sin pretensiones.

Nota: 6/10