El ultimátum de Bourne (2007)

‘El Ultimátum de Bourne’ no es simplemente una secuela; es una reafirmación de por qué la saga Jason Bourne se mantiene tan atractiva después de tantos años. Paul Greengrass, conocido por su estilo de dirección visceral y su enfoque en la acción realista, retorna para entregar un thriller inteligente y tenso que se centra menos en las explosiones grandilocuentes y más en la desesperación de un hombre que lucha contra un pasado que quiere olvidar, pero que le persigue implacablemente. La película se aleja ligeramente de los elementos de espionaje clásico, profundizando en el trauma psicológico del protagonista, convirtiéndolo en una víctima de un sistema corrupto que se alimenta de sus habilidades.

Matt Damon, una vez más, ofrece una interpretación magistral de Jason Bourne. Su actuación es sutilmente poderosa, expresando la frustración, la confusión y el dolor con miradas y gestos que hablan más que mil palabras. No necesita alardes de acción para transmitir el estado mental de su personaje, que está desgarrado por la amnesia y la incertidumbre sobre su propia identidad. La película explora su relación con la memoria fragmentada, mostrando vislumbres del pasado que le atormentan y le hacen cuestionar todo lo que cree saber. Es un hombre en constante conflicto interno, forzado a tomar decisiones difíciles bajo presiones extremas.

Greengrass y su equipo cinematográfico, como siempre, se toman muy en serio el realismo de la acción. Las persecuciones son brutales y convincentes, con un enfoque en el movimiento y la vulnerabilidad de Bourne. No hay héroes invencibles, solo un hombre que utiliza sus habilidades para sobrevivir. La coreografía de las escenas de combate es impecable, y las ubicaciones en Londres se utilizan a la perfección para crear una atmósfera tensa y opresiva. La película se siente visceral, te sumerge en el caos y la desesperación de la situación.

El guion, coescrito por Greengrass y Hill Graham, es inteligente y se centra en la investigación de Bourne, revelando nuevas piezas del complejo rompecabezas de Treadstone. La trama se complica con la introducción de Blackbriar, un personaje enigmático que actúa como un catalizador para la investigación de Bourne. Si bien la historia tiene algunos momentos de ritmo desigual, la tensión se mantiene constante, alimentada por la incertidumbre sobre el pasado de Bourne y las motivaciones de sus enemigos. La película no pretende responder todas las preguntas; en lugar de eso, plantea nuevas interrogantes, dejando al espectador con la sensación de que el viaje de Bourne es un proceso continuo y sin fin.

En definitiva, 'El Ultimátum de Bourne’ es una secuela de altura que honra el legado de la saga y, a la vez, la lleva a nuevas profundidades. Es un thriller estimulante, visualmente impactante y emocionalmente resonante, que demuestra que el personaje de Jason Bourne sigue siendo tan relevante y atractivo como siempre lo ha sido. Es una película que exige la atención del espectador, recompensándole con una experiencia cinematográfica intensa y memorable.

Nota: 8.5/10