El último exorcismo 2 (2013)

“El último exorcismo 2” se presenta como una especie de espiral descendente en la tradición de terror sobrenatural de la franquicia, y si bien no alcanza la originalidad ni el impacto de la primera entrega, ofrece una experiencia cinematográfica tensa y, en ocasiones, genuinamente perturbadora. La película, dirigida por Renny Heringa, se aleja del entorno claustrofóbico de la casa de la primera película, trasladando la amenaza a las inquietantes extensiones rurales de Louisiana, lo que, irónicamente, le otorga una atmósfera aún más inquietante. Esta decisión espacial es una de las pocas decisiones narrativas que realmente funcionan a favor de la película, intensificando la sensación de aislamiento y vulnerabilidad de la protagonista, Nell.

Vera Miles, en el papel de Nell, ofrece una actuación sólida y convincente. Su interpretación transmite una mezcla de fragilidad, desesperación y determinación, cualidades esenciales para un personaje que lucha por aferrarse a su cordura y a su vida. Aunque el guion no le proporciona un amplio margen para explorar la psicología de Nell, Miles supo transmitir con eficacia el trauma y la duda que carcome a su personaje, lo que resulta en una interpretación que perdura en la memoria. El resto del elenco, compuesto principalmente por personajes secundarios y desconocidos, cumple su función de apoyo, aunque algunos personajes resultan algo estereotipados. El desarrollo de la trama, sin embargo, no se centra tanto en personajes complejos, sino en la presentación gradual y escalofriante de la nueva entidad malévola.

El guion, escrito por Paul Kirkpatrick y Khristopher Kane, es donde la película se desvanece un poco. Si bien la película mantiene un ritmo constante y se centra en generar suspense, carece de la profundidad y la originalidad de la primera entrega. La explicación de la amenaza, un antiguo mal ancestral vinculado a un ritual de sangre, es bastante descuidada y, en última instancia, poco innovadora. La película se basa en el horror psicológico, jugando con la percepción del espectador, pero las secuencias de horror físico, aunque efectivas en su ejecución, no logran generar el mismo impacto emocional. Además, la película no se atreve a explorar las implicaciones más amplias de su premisa, limitándose a un ciclo repetitivo de posesiones y exorcismos, que terminan resultando predecible. El uso del gore, si bien presente, es de una calidad inferior a la de la primera película, evitando el impacto visual que la hizo tan memorable.

A pesar de sus deficiencias, “El último exorcismo 2” es, en definitiva, una película de terror que cumple su cometido: ofrecer un espectáculo de sustos y tensión. Si bien no es una obra maestra del género, sí es una experiencia cinematográfica satisfactoria para los fans del terror sobrenatural. La atmósfera rural de Louisiana, el buen trabajo de Vera Miles y las secuencias de horror bien ejecutadas, compensan, en gran medida, las debilidades del guion y la falta de originalidad.

Nota: 6/10