El último héroe americano (1973)

“El último héroe americano” (2009) es un film que, aunque no ofrece una revolución cinematográfica, resulta sorprendentemente entretenido y, en algunos momentos, profundamente conmovedor. La película, dirigida por el aclamado director Jon Cassar, se centra en la historia de Junior Jackson, un joven con una habilidad innata para conducir, cuya vida da un giro radical cuando su padre es encarcelado. Su plan: convertirse en piloto de NASCAR para poder financiar la liberación de su padre. Un argumento que, a primera vista, podría parecer cliché, pero que Cassar maneja con una sorprendente dosis de realismo y tensión.

La dirección de Cassar es notablemente sólida. La película se centra en la adrenalina del automovilismo, capturando la velocidad y la emoción de las carreras con una fotografía ágil y una banda sonora que realmente se sumerge en la experiencia. La cinematografía no solo muestra la competencia visual, sino que también utiliza los movimientos de cámara y la edición para crear una sensación de urgencia y peligro constante. Cassar logra mantener el espectador enganchado, equilibrando la acción con momentos de introspección que exploran las motivaciones de los personajes y el peso de sus decisiones.

El núcleo de la película reside en las actuaciones de sus protagonistas. Chris Pine brilla como Junior Jackson, ofreciendo una interpretación convincente de un joven impulsivo, astuto y vulnerable al mismo tiempo. Su evolución a lo largo de la película, desde un joven imprudente hasta un piloto dedicado y responsable, es palpable y bien trabajada. También merece una mención especial a Michael Shannon como Roy Jackson, el padre de Junior, un personaje complejo y atormentado que Shannon interpreta con una intensidad que domina cada escena en la que aparece. La química entre Pine y Shannon es uno de los puntos fuertes de la película, generando un conflicto familiar creíble y emocionalmente resonante.

Sin embargo, el guion, aunque entretenido, no está exento de debilidades. Algunos diálogos resultan algo forzados, y la trama, si bien se mantiene interesante, recurre a ciertos estereotipos comunes en el género de acción y crimen. La exploración de la moralidad, presentada a través de la decisión de Junior de utilizar su talento para ayudar a su padre, es intrigante, pero podría haberse profundizado más. Se sienten algunos momentos de previsibilidad en el desarrollo de la trama, especialmente en la resolución de algunos conflictos. No obstante, la película logra compensar estas pequeñas imperfecciones con un ritmo ágil y una historia que explora temas como la familia, la justicia y las consecuencias de nuestras acciones.

En definitiva, "El último héroe americano" es un thriller de acción que ofrece un entretenimiento sólido, con personajes bien construidos y una dirección competente. Aunque no alcanza la grandeza de algunas de las películas del género, es un film que vale la pena ver por su ritmo, sus efectos visuales y las interpretaciones convincentes de sus actores. Es un ejemplo de un thriller que sabe equilibrar la adrenalina con la humanidad.

Nota: 7/10