El último late night (2024)

(EN) · Terror · 1h 33m

Póster de El último late night
Media
7.2 /10

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Disponible en

Dónde ver El último late night

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Sinopsis

En la noche de Halloween de 1977, el caos se desata cuando el presentador Jack Delroy entrevista a una parapsicóloga y a una joven adolescente que es la única superviviente de una matanza masiva en una iglesia satánica.

Ficha de la película

Título original

El último late night


Estreno


Géneros

Idioma original

EN



Guionista

Steven Schneider, Mat Govoni, Derek Dauchy, Adam White, Roy Lee, John Molloy


Reparto principal de El último late night

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en El último late night.

Tráiler Oficial

Ver tráiler oficial de El último late night

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto El último late night. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Ignacio Sáez
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“El último late night” (Last Night in Soho) no es simplemente una película de terror; es una suerte de ritual cinematográfico que disuelve la memoria y la ilusión, dejando al espectador con una sensación de inquietud persistente y un profundo análisis sobre la naturaleza de la nostalgia y la pérdida de la inocencia. Dirigida por Edgar Wright, el director de “Shaun of the Dead” y “Baby Driver”, la película se distancia de sus habituales estilismos vibrantes y coloridos para ofrecer una experiencia visualmente sombría y, a la vez, sumamente atractiva.

La historia, ambientada en 1960s, nos presenta a O.L. (Thomasin McKenzie), una joven de pueblo que se muda a Londres para convertirse en diseñadora de moda. Allí, se hace amiga de Jack (Alfonso Davies), un joven y apuesto actor, y comienza a frecuentar el último club de swing de la ciudad, donde conoce a Alan (Carl Spencer), un actor en decadencia que, a su vez, la introduce en el mundo del cine. Lo que comienza como una oportunidad para escapar de su realidad y alcanzar el glamour de Hollywood, pronto se convierte en una pesadilla. La película explora la fascinación de O.L. por la época dorada del cine, sus melodramas y la idea de la fama, pero, inevitablemente, la nostalgia la consume hasta desintegrarla.

Wright logra crear una atmósfera tensa y opresiva desde los primeros minutos. La dirección es magistral, alternando con fluidez entre las escenas de la realidad y las alucinaciones de O.L., empleando técnicas visuales innovadoras que recuerdan a los sueños y a las películas de terror de los años 60. Los colores, apagados y melancólicos en las escenas reales contrastan con el brillo artificial y el saturación de las fantasías de O.L., generando una disonancia que refleja la confusión y el desconcierto de la protagonista. La música, una mezcla de pop británico y temas de suspense, es fundamental para la construcción de la atmósfera y el impacto emocional de la película.

Las actuaciones son sobresalientes. Thomasin McKenzie ofrece una interpretación particularmente conmovedora como O.L., transmitiendo con sutileza la progresiva desintegración de su personaje. Alfonso Davies, aunque con un papel relativamente limitado, aporta una presencia carismática y un aire de peligro al personaje de Jack. Carl Spencer, por su parte, encarna a la perfección la figura del actor ruin y decadente. Sin embargo, la película no se centra en sus personajes, sino en la experiencia subjetiva de O.L., y es en esa disolución de la identidad donde radica su mayor fuerza.

El guion, coescrito por Wright y Kalu Anyadu, es inteligente y perturbador. Evita las trampas del slasher y se centra en explorar temas más profundos, como la idealización del pasado, la manipulación de la imagen y la pérdida de la individualidad. La película no ofrece respuestas fáciles, sino que deja al espectador con preguntas sobre la naturaleza de la memoria y la construcción de la realidad. Es una obra que invita a la reflexión y que perdura en la mente mucho después de que los créditos finales hayan terminado de rodar. El uso del falso documental al final, aunque audaz, sirve para desmantelar aún más la narrativa y reforzar la idea de la fragilidad de la percepción.

Nota: 8/10

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