Elemental (2023)

“Elemental” es una propuesta visualmente deslumbrante, un cuento de hadas urbano que, aunque no llega a la grandeza de algunos animaciones más ambiciosas, ofrece una experiencia cinematográfica reconfortante y llena de momentos entrañables. La película, firmada por Peter Sohn y su equipo en Pixar, no busca romper moldes, sino explorar temas universales de conexión, prejuicio y el poder de la aceptación, todo ello envuelto en una estética vibrante y a menudo exuberante.

La dirección de Peter Sohn es magistral en la construcción del mundo de Element City. La ciudad misma, una metrópolis que fusiona la arquitectura de Nueva York con los elementos representados, es una creación impresionante. Los colores son intensos y la paleta se adapta constantemente a la presencia del elemento dominante. La ciudad no es simplemente un telón de fondo; es un personaje más, que respira, ruge y baila al ritmo de las emociones de sus habitantes. Sohn consigue transmitir la sensación de un lugar vivo, donde cada rincón irradia personalidad y la interacción entre los elementos es palpable. La banda sonora, por su parte, acompaña la narrativa visual a la perfección, contribuyendo a generar una atmósfera envolvente y emotiva.

Las actuaciones, aunque no se basan en diálogos extensos, son excepcionales. Riley, la joven de fuego, interpretada por Maeve O'Connell, es un personaje complejo y bien definido. Su pasión, su inseguridad y su anhelo de ser aceptada trasluce a través de sus expresiones y movimientos. El desarrollo de su personaje a lo largo de la trama es creíble y conmovedor. Demian Bichir como Wade, el anciano de agua con un pasado turbulento, aporta una dulzura y una profundidad inesperadas. La química entre O'Connell y Bichir es genuina y fundamental para el éxito emocional de la película. Los secundarios, tanto humanos como elementales, también están bien interpretados, añadiendo riqueza y matices a la narrativa.

El guion, aunque relativamente sencillo en su premisa, destaca por la inteligencia en la forma en que aborda los temas de prejuicio, identidad y el miedo a lo diferente. La película no recurre a clichés ni simplificaciones excesivas. La historia de Riley y Wade es una metáfora poderosa de las barreras que nos construimos y del valor de romper con las expectativas. El conflicto principal, que implica la búsqueda de la identidad de Wade y la aceptación de Riley, se desarrolla de manera orgánica y se resuelve con un optimismo contenido. No obstante, en ocasiones, el ritmo puede sentirse ligeramente pausado, permitiendo que algunos momentos puedan parecer un tanto alargados. También se echa de menos una exploración más profunda de las razones detrás del conflicto inicial entre los elementos, que, aunque sugerida, no se detalla completamente.

En definitiva, “Elemental” es una película que celebra la diversidad, la aceptación y la belleza de las diferencias. Es un cuento de hadas animado que, más allá de su atractivo visual, ofrece un mensaje relevante para el público de todas las edades. Una experiencia cinematográfica gratificante que quedará en la memoria por su espíritu positivo y su capacidad para generar empatía.

Nota: 8/10