Eliminado (2014)

“Eliminado” (Deleted) no es un thriller psicológico convencional; es, en su esencia, una advertencia escalofriante sobre el impacto duradero de la crueldad en línea y las consecuencias de la búsqueda implacable de venganza. La película, dirigida con una meticulosa atención al detalle por Jeff Rossen, construye una atmósfera de creciente paranoia que te agarra desde los primeros minutos y no te suelta hasta el desenlace final, aunque éste no necesariamente ofrece respuestas fáciles. El guion, adaptado de un relato corto de J.T. Maxim, logra equilibrar la tensión con momentos de sutil humor negro, creando un contraste efectivo que evita caer en la melodramatización excesiva.

La premisa, aparentemente sencilla, esconde un profundo análisis de la vulnerabilidad humana y la facilidad con la que la redes sociales pueden convertir a una persona en objeto de linaje público. A través de los chats de Skype, la película nos introduce a un grupo de amigos que, sin saberlo, se embarcan en una peligrosa interacción con el fantasma de Laura Barns, una estudiante que fue víctima de un video sexual viral antes de quitarse la vida. Lo que comienza como una idea excéntrica para desafiar el anonimato de internet rápidamente se transforma en una pesadilla. El ritmo, cuidadosamente calibrado, se basa en la acumulación de revelaciones y la progresiva erosión de la confianza entre los personajes. Cada diálogo, cada mensaje, se siente cargado de significados ocultos y peligros potenciales.

El elenco, liderado por la convincente actuación de Janicza Brown en el papel de Sam, se destaca por su capacidad para transmitir la creciente angustia y el miedo. La química entre los actores es palpable, lo que intensifica la sensación de que están realmente involucrados en un juego peligroso. No obstante, la película no se centra únicamente en el grupo de amigos; la exploración de la figura de Laura Barns, a través de fragmentos de su pasado y de las respuestas que recibe, añade una capa de complejidad emocional. Aunque la representación de su sufrimiento puede resultar a veces un tanto genérica, la implicación de la película en la crítica a la cultura de la humillación en línea es innegable.

Rossen utiliza magistralmente la tecnología para reflejar el tema central de la película. Los chats de Skype, omnipresentes y omnipresentes, se convierten en el escenario de la acción y en un espejo que refleja la fragilidad de las relaciones en la era digital. La cinematografía es oscura y claustrofóbica, reforzando la sensación de aislamiento y de peligro inminente. Sin embargo, el uso de la tecnología no es meramente ornamental; es un elemento integral de la trama y una herramienta crucial para el desarrollo del suspense. La película no rehúye la crudeza de la situación, mostrando las consecuencias reales del acoso en línea y el impacto psicológico devastador que puede tener.

“Eliminado” no ofrece soluciones fáciles ni finales felices. Es, en última instancia, una película inquietante y provocadora que nos obliga a cuestionar nuestra relación con la tecnología, la privacidad y la moralidad en la era digital. La ambigüedad moral de los personajes y la naturaleza insidiosa de la venganza la convierten en una obra que permanece contigo mucho después de que los créditos finales hayan comenzado a rodar. Es un recordatorio sombrío de que las acciones, incluso aquellas realizadas a través de pantallas, tienen consecuencias reales.

Nota: 7/10