Ellos Y Ellas (1955)

“Ellos Y Ellas” es un musical de 1950 que, a pesar de su evidente carga de nostalgia, se erige como un testimonio del glamour y la exuberancia de una época dorada en el Nueva York de los años 40. Dirigida por Michael Curtiz, la película ofrece una ventana a un mundo donde el juego, la bebida y las mujeres – en particular las jóvenes de buen corazón – son la moneda de cambio principal. La película, adaptada de un cuento de Damon Runyon, no es una obra maestra cinematográfica en términos de innovación técnica, pero sí un despliegue visual y auditivo que evoca una época particular y ofrece un entretenimiento entretenido, aunque a veces un tanto descuidado.

La dirección de Curtiz se centra en la creación de un ambiente vibrante y festivo. Las escenas en los clubes de jazz, los bares desaliñados y las calles lluviosas de Nueva York están filmadas con una naturalidad que contribuye a la autenticidad de la película. El uso del color es particularmente efectivo, aunque la paleta es limitada, se aprovecha al máximo para destacar los vestidos deslumbrantes de las damas y la iluminación tenue y cálida que emana de los locales nocturnos. Sin embargo, a veces la dirección se centra demasiado en la puesta en escena y descuida un desarrollo narrativo más profundo.

Las actuaciones son un punto fuerte indiscutible. Frank Sinatra, en el papel de Nathan Detroit, ofrece una interpretación encantadora, combinando la picardía, el carisma y una cierta melancolía contenida. Su química con Jean Simmons, que interpreta a Lola, la joven puritana que le desafía, es genuina y creíble. Simmons, a pesar de ser una actriz relativamente nueva en la época, irradia inocencia y determinación, convirtiéndose en el corazón emocional de la película. Marlon Brando, aunque con un papel relativamente breve, aporta una intensidad salvaje al personaje de Benny Goodfellas, un jugador y pistolero, elevando la tensión dramática. La película, en su conjunto, cuenta con un reparto talentoso que entrega actuaciones memorables.

El guion, adaptado de “The I Hate Yankees” de Damon Runyon, carece de la profundidad y la complejidad que se esperaría de una historia centrada en la lucha entre el amor y el juego. Se basa en clichés de la época y no explora las motivaciones de los personajes de forma realmente convincente. Las situaciones a menudo resultan artificiosas y las resoluciones, predecibles. Sin embargo, la película funciona como un espectáculo musical, con números coreografiados y canciones pegadizas que, aunque no son obras maestras musicales, contribuyen a la atmósfera general. La banda sonora es agradable y recuerda al jazz de la época, y los números de baile, si bien un poco exagerados, son divertidos de ver.

En definitiva, “Ellos Y Ellas” es un entretenimiento ligero y agradable, un retrato nostálgico de una época y un espectáculo musical que vale la pena ver por las actuaciones, el glamour visual y la atmósfera general. No obstante, su guion simplista y sus convenciones narrativas limitan su potencial, relegándola a un lugar cómodo en el catálogo de musicales clásicos. Es una película que destaca más por su estética y sus estrellas que por su inteligencia narrativa.

Nota: 6/10