Emboscada a Matt Helm (1967)

“Emboscada a Matt Helm” (1978) no es un thriller espacial de ciencia ficción trascendental, ni siquiera un thriller en el sentido tradicional. Es, sin embargo, una pieza curiosa y sorprendentemente entretenida, un ejercicio de estilismo visual y una demostración de cómo la personalidad excéntrica del protagonista, Robert Mitchum, puede salvar una película que, en principio, carece de una trama sólida. La película, dirigida por Richard Donner, se aferra a su premisa inicial de un platillo volador y un secuestro con una audacia que, a veces, se inclina hacia lo absurdo, pero que, en definitiva, resulta ser su principal atractivo.

La película se beneficia enormemente de la presencia imponente de Robert Mitchum, quien encarna a Matt Helm como un fotógrafo de moda con un pasado turbio y un encanto innegable. Mitchum transmite una aura de sofisticación y desapego que contrasta fuertemente con el peligro y la intriga que lo rodean. Su actuación no se centra en la acción directa, sino en la observación sutil, en la diplomacia tensa y en las miradas que insinúan un pasado que lo persigue. La química entre Mitchum y la joven y hermosa Jill Ireland, quien interpreta a Sheila, la astronauta traumatizada, es palpable y ofrece un contrapunto visual y emocional interesante. La relación entre ambos es más una dinámica de colaboración tensa que un romance convencional, lo que contribuye a la atmósfera general de la película.

Donner, a pesar de la premisa, no se entrega a la ciencia ficción. Opta por una ambientación que se asemeja a un thriller de espías con toques de conspiración. La trama, aunque sencilla, ofrece momentos de suspenso y giro inesperado. El guion, adaptado de la novela de Evan Hunter, se centra en la mecánica del secuestro, la negociación y la persecución, evitando complicar excesivamente los conceptos. El ritmo es pausado, lo que permite desarrollar el personaje de Helm y explorar la atmósfera de los ambientes lujosos y sospechosos donde se desarrolla la trama. No obstante, la película sacrifica la profundidad en favor del entretenimiento ligero.

La dirección de Donner es efectiva en la creación de un ambiente elegante y opulento. Los sets, la fotografía (con una paleta de colores vibrantes y una iluminación cuidada) y los vestuarios contribuyen a crear una atmósfera de sofisticación y misterio. La banda sonora, compuesta por Mike Mandel, es memorable y refuerza la tensión en los momentos clave. Si bien no es una obra maestra cinematográfica, "Emboscada a Matt Helm" es un ejemplo interesante de cómo se puede construir un thriller de espías con elementos de ciencia ficción, aprovechando la carismática presencia de su protagonista y un diseño visual atractivo.

Nota:** 6/10