Embrujada (2005)

“Embrujada” (Spellbound), la reciente comedia de Robert Wise, es una película con una premisa sorprendentemente arriesgada: una mujer, Samantha (Nicole Kidman), una formidable bruja, busca desesperadamente renunciar a sus poderes sobrenaturales para volver a ser una esposa ‘normal’ y complacer a su marido, un hombre pragmático y a veces exasperante (Will Ferrell). La película, a pesar de sus elementos fantásticos, carece de la fuerza narrativa y la profundidad emocional que su temática sugiere, ofreciendo una experiencia de entretenimiento ligero pero no memorable.

La dirección de Wise se inclina por un estilo visual que recuerda a las series de televisión de los años 60, con una paleta de colores vibrantes y una estética que evoca esa época. La fotografía, en general, es competente, aunque en ocasiones la composición se siente un poco forzada, buscando constantemente ese aire retro sin lograr una atmósfera realmente convincente. Wise no es un director que busque la innovación visual, sino que se centra en la puesta en escena, y esto se nota. La banda sonora, aunque alegre y pegadiza, también contribuye a ese ambiente televisivo, sugiriendo un intento de replicar un género que, en su mayoría, se ha superado con el paso del tiempo. Sin embargo, la película carece de la maestría técnica que podría haber elevado el material.

El núcleo de la película reside en las actuaciones de Kidman y Ferrell. Kidman, como Samantha, ofrece una interpretación sólida y capaz de transmitir la frustración y la desesperación de una mujer atrapada en su destino. Su mirada, a menudo llena de melancolía, es la que aporta un poco de sustancia al personaje, mostrando la carga que conlleva sus poderes. Ferrell, por otro lado, se limita a ser el hombre de la situación, interpretando su papel con una comedia física y verbal que, si bien es efectiva, a menudo resulta repetitiva y carente de profundidad. Su química con Kidman es superficial, funcionando más como una dinámica de ‘hombre y mujer’ que como un conflicto genuino.

El guion, escrita por Wells & Wise, es el punto más débil de la película. La trama es predecible, con diálogos a veces torpes y situaciones que, aunque cómicas, se resuelven de forma demasiado rápida y simplificada. La exploración de las consecuencias de los poderes de Samantha y el peso de la historia familiar que la atormenta, se siente superficial, reduciendo la historia a una comedia ligera que no profundiza en los aspectos más interesantes del material. Hay oportunidades para construir un drama más complejo y con mayor resonancia, pero el guion se mantiene en un territorio seguro, evitando riesgos creativos y optando por un entretenimiento fácil de consumir.

En definitiva, “Embrujada” es una película entretenida pero olvidable, con un presupuesto que quizás no justifica su ejecución. Si bien las actuaciones son aceptables y la ambientación evoca con éxito una época pasada, el guion flojo y la falta de originalidad limitan su impacto. Podría haber sido una comedia más inteligente y con mayor sustancia, pero en lugar de ello, ofrece una experiencia superficial y sin mayores pretensiones.

Nota:** 6/10