Emilia Pérez (2024)

“Emilia Pérez” es una comedia negra con un trasfondo dramático, y sorprendentemente efectiva, que se atreve a cuestionar la ética del sistema judicial y a presentar una heroína, a su manera, que rompe con los clichés del thriller criminal. Tamara González Palmera, en su debut como directora, demuestra una sensibilidad cuidada y un control de la narrativa que superan las expectativas iniciales. La película no busca el impacto explosivo de un thriller de acción, sino que se construye lentamente, tejiendo una atmósfera de tensión y ambigüedad moral que te atrapa desde los primeros minutos.

La película se centra en Emilia Pérez (Michelle Jenner), una abogada brillante pero frustrada, empleada por un bufete que parece más preocupado por mantener las apariencias y los beneficios que por la justicia. Su vida da un giro inesperado cuando el líder de una mafia, Ricardo (Javier Godino), la contrata para que, a su manera, "proteja" a su hijo, un joven culpable de un delito. Aquí radica el corazón de la película: la relación entre Emilia y Miguel, el hijo de Ricardo, un joven con una profunda necesidad de amor y aceptación. La dinámica entre ambas evoluciona de una relación de puro interés a un vínculo genuino, lo que añade una capa emocional fundamental al drama. Jenner ofrece una actuación magistral, transmitiendo la ambivalencia de Emilia con una sutileza impresionante. No es una heroína tradicional, es humana, vulnerable y a veces, incluso egoísta, lo que la hace tremendamente creíble.

El guion, adaptado de la novela de María Molleda, es inteligente y bien construido. No se queda en la superficie; explora las consecuencias de la corrupción, el poder de la influencia y el impacto de las decisiones judiciales. La película no juzga a sus personajes, sino que los presenta con sus virtudes y defectos, dejando al espectador la tarea de formar su propia opinión. La dirección de Palmera es sólida, con un ritmo pausado que permite desarrollar la relación entre Emilia y Miguel y profundizar en la complejidad moral de la trama. La fotografía de Álvaro Morales es evocadora, utilizando la luz y la sombra para crear una atmósfera opresiva y casi surrealista, que refleja el estado emocional de los personajes. Los secundarios, incluyendo a Isabel Torres, como la jefa del bufete, y un sorprendente José Coronado, aportan matices y profundidad a la historia.

Sin embargo, la película no está exenta de algunos fallos. El final, aunque sorprendente, puede resultar algo abrupto para algunos espectadores. Además, la trama, a pesar de ser estimulante, puede parecer un tanto repetitiva en algunos momentos. No obstante, estas pequeñas imperfecciones no empañan la experiencia general. “Emilia Pérez” es una comedia negra con sustancia que nos invita a reflexionar sobre la justicia, la moral y la complejidad de la naturaleza humana. Es una película que permanece en la memoria, gracias a la dirección cuidadosa de Palmera, las actuaciones sólidas y un guion que combina humor negro y drama con maestría.

Nota: 7/10