En la carretera (2012)

“En la carretera” (On The Road), dirigida por Walter Salles, no es simplemente una adaptación de la novela homónima de Jack Kerouac. Es una experiencia visceral, un viaje fotográfico y emocional que captura la esencia del espíritu beat y lo sumerge en un relato visualmente impactante. Salles, conocido por su trabajo meticuloso y su sensibilidad para la narrativa centrada en personajes, logra un equilibrio notable entre fidelidad al material original y una construcción cinematográfica que trasciende la mera fidelidad literaria.

La película se centra en el encuentro de Sal Paradise (Sam Riley) con Dean Moriarty (Garrett Hedlund), un individuo carismático y enigmático que se convierte en su guía y, a la vez, en su catalizador. La química entre Riley y Hedlund es fundamental. Hedlund, en particular, interpreta a Dean con una mezcla perfecta de peligro, vulnerabilidad y una fascinación magnética. Su Dean no es un personaje caricaturesco, sino un hombre profundamente atormentado por su pasado y sus obsesiones, buscando constantemente el límite de la libertad y el placer. El uso del sonido, especialmente las conversaciones crudas y directas entre los personajes, contribuye significativamente a la atmósfera intensa y a la sensación de urgencia que impregna la narrativa.

La película no se dedica a explicaciones profundas. Salles, como es propio de su estilo, permite que el viaje, la experiencia de la carretera, hable por sí mismo. La dirección de arte es impecable, evocando la estética de los años 50 con sus coches clásicos, bares llenos de humo y la vibrante vida nocturna del Sur. Las escenas nocturnas, con la luz difusa de las farolas y la música soul de la época, son particularmente memorables. Kristen Stewart, como Marylou, aporta una elegancia melancólica y un aire de rebeldía que complementan a la perfección los personajes masculinos. Sin embargo, su papel, aunque crucial, se siente un poco breve y, en ocasiones, podría haber tenido mayor profundidad.

La película no es una reproducción exacta de la novela. Salles simplifica algunos elementos, enfoca la acción y el viaje, sacrificando quizá la introspección más profunda presente en el texto original. No obstante, esta decisión, aunque pueda decepcionar a algunos puristas, permite a la película ser accesible para un público más amplio. La fuerza de “En la carretera” reside en su capacidad para transmitir la sensación de libertad, la búsqueda de identidad y la confrontación con la propia mortalidad, temas universales que resuenan a través de las generaciones. Es una película que te obliga a reflexionar sobre tu propio camino y tus propias decisiones.

Nota: 8/10