Encantado de matarte (1996)

“Encantado de matarte” es, en su esencia, una película de gángsters que se atreve a adoptar un tono sorprendentemente ligero y una estética visual que recuerda a los dibujos animados de la Guerra Fría. No es una reinterpretación radical del género, sino más bien una celebración de su espíritu, un homenaje a las películas de los años 40, pero con una frescura y un humor que la hacen notablemente diferente. La dirección de Edgar Wright es, sin duda, el elemento más destacable de la película. Su dominio del ritmo es impecable; alterna secuencias de acción frenéticas y diálogos ingeniosos con momentos de calma donde se revela la complejidad de los personajes y las dinámicas entre ellos. La película no se toma a sí misma demasiado en serio, y Wright lo demuestra con una paleta de colores vibrantes, la utilización de patrones repetitivos y, sobre todo, una edición magistral que juega con el tempo y la perspectiva, creando una experiencia visualmente estimulante y original.

La banda sonora, una mezcla ecléctica de jazz, blues y pop, es un personaje más en sí misma. Complementa perfectamente la atmósfera de la película, acentuando los momentos de tensión y contribuyendo a la peculiaridad de la estética. Pero a pesar de la belleza visual y sonora, la fuerza motriz de la película reside en sus actores. Ralph Fiennes, como Vic, ofrece una interpretación sobria pero llena de matices. Su personaje, un gángster empático y vulnerable, es un contrapunto refrescante a los estereotipos del género. Colin Farrell, por su parte, ha alcanzado una madurez interpretativa que le permite explorar la ambivalencia de Ben London. Su personaje es un volcán a punto de estallar, y Farrell lo consigue con una entrega física y emocional convincente. El reparto secundario, con Carey Mulligan como Rita, es igualmente sólido y aporta profundidad a las relaciones interpersonales. La química entre Farrell y Mulligan, en particular, es palpablemente convincente.

El guion, a pesar de sus momentos brillantes, es donde la película presenta algunas de sus mayores debilidades. Si bien las conversaciones son agudas y llenas de humor, algunas subtramas parecen un poco apresuradas y carentes de desarrollo. La complejidad de las relaciones entre los personajes, aunque interesante, podría haberse explorado con mayor profundidad. Algunos diálogos, aunque ingeniosos, se sienten un tanto forzados. Sin embargo, la película se compensa con una trama que, aunque predecible en algunos puntos, mantiene la atención del espectador gracias a su ritmo vertiginoso y sus giros inesperados. La película no busca ofrecer una reflexión profunda sobre la violencia o el crimen, sino más bien divertir y entretener, y en ese cometido, lo consigue con gran éxito. La historia, a pesar de lascarias en su desarrollo, se mueve con agilidad, y permite que los personajes desarrollen una fuerte conexión con el público.

En definitiva, “Encantado de matarte” es una película original, visualmente impresionante y con un gran elenco de actores. Edgar Wright firma un trabajo que desafía las convenciones del género y ofrece una experiencia cinematográfica singular. No es perfecta, pero su originalidad y su espíritu festivo la convierten en una película recomendable para aquellos que buscan algo diferente.

Nota: 7.5/10