Encerrado (1989)

“Encerrado” (Conviction) es, en esencia, un thriller psicológico que te atrapa desde el primer segundo y que, aunque no es una revolución cinematográfica, cumple con su cometido de ofrecer una experiencia tensa y visceral. La película, dirigida por Justin Kelly, se centra en Frank Leone, un hombre aparentemente insignificante que, debido a una serie de eventos burocráticos, se encuentra a punto de salir de la cárcel tras haber cumplido una pena por un delito menor. Pero la llegada de Warder Drumgoole, un hombre con un pasado oscuro y una reputación de crueldad, se convierte en el catalizador de una lucha por la supervivencia y la búsqueda de la verdad.

La dirección de Kelly es sólida y precisa. Aunque la narrativa es lineal, utiliza con maestría la claustrofobia y la sensación de opresión, principalmente a través de la fotografía y el uso de la luz y la sombra. Hay momentos donde la cámara se adentra en los espacios reducidos de la prisión, intensificando la sensación de encierro y la desesperación de los personajes. El ritmo es deliberadamente pausado, permitiendo que la tensión se acumule gradualmente, y se sustenta en la interpretación de sus actores. La película evita recurrir a la violencia gratuita, optando por el juego de miradas, el silencio amenazante y el susurro de la sospecha. Esto le otorga una profundidad emocional considerable, en lugar de simplemente ofrecer sustos fáciles.

La actuación de PaulWalter Hauser es, sin duda, el corazón de la película. Hauser ofrece una interpretación magistral de Frank Leone, transmitiendo con sutileza su vulnerabilidad, su astucia y su creciente determinación. No se trata de un héroe tradicional; Leone es un hombre atormentado, con un pasado turbio y una mezcla de esperanza y desesperación. El resto del elenco cumple con creces, con especial mención a Ben Mendelsohn, cuya interpretación de Warder Drumgoole es compleja y aterradora. Mendelsohn logra desentrañar la psicología de un hombre roto, capaz de cometer actos horribles por una serie de razones oscuras. La dinámica entre ambos personajes es el motor principal de la trama, y la tensión que se genera al enfrentarlos es palpable.

El guion, adaptado del libro de Michael Schwimmer, destaca por su capacidad para explorar la ambigüedad moral y la búsqueda de la justicia. La película plantea preguntas sobre la naturaleza de la verdad, el poder de la burocracia y la importancia de la memoria. No ofrece respuestas fáciles, y deja al espectador reflexionando sobre las motivaciones de cada personaje. Si bien la historia se basa en una premisa algo inverosímil, el guion logra construir una trama convincente y mantener al público enganchado hasta el final. La película también consigue, de forma efectiva, explorar el impacto psicológico del encarcelamiento y la lucha por mantener la esperanza en un entorno desolador. No obstante, el final, aunque satisfactorio, podría considerarse algo precipitado para algunos.

Nota: 7.5/10