Entre nosotros (2009)

“Entre nosotros” es una película que te atrapa desde el inicio, no por su espectacularidad visual, sino por una atmósfera de inquietud y tensión palpablemente presente. Dirigida por Josefine Sand, la cinta se sumerge en el universo de Gitti y Chris, una pareja que se ha concedido unas vacaciones para escapar de la rutina y, aparentemente, de la propia relación. Lo que comienza como una búsqueda de intimidad y desconexión, se transforma en una exploración perturbadora de la soledad y el miedo a ser descubierto.

El guion, adaptado de la popular serie web de teatro, es sorprendentemente efectivo, aunque a veces se siente un tanto artificioso. La idea de presentar una pareja que, lejos de la vida pública, se revela en sus momentos de vulnerabilidad es intrigante, y la película explora con detenimiento las pequeñas peculiaridades y los silencios que definen su conexión. Sin embargo, la estructura deliberadamente fragmentada, con saltos temporales y conversaciones intermitentes, puede resultar confusa y, en ocasiones, frustrante para el espectador. El ritmo es deliberadamente lento, enfatizando la sensación de incomodidad y la dificultad para establecer una conexión genuina. No se trata de una película que ofrece respuestas fáciles o soluciones a la crisis de pareja; más bien, se centra en la representación del proceso de desintegración, dejando al espectador con un vacío inquietante.

Las actuaciones de Laura Birich y Jack Heyward son el corazón de la película. Birich, en el papel de Gitti, ofrece una interpretación magistral, transmitiendo la angustia y la desesperación de una mujer que se siente atrapada en sus propios miedos. Su mirada transmite un peso emocional considerable, y su actuación es sutil pero extremadamente poderosa. Heyward, por su parte, realiza un papel igualmente convincente, mostrando la confusión y la frustración de un hombre que se siente incapaz de comprender las motivaciones de su pareja. La química entre los dos actores es, a veces, palpable, lo que intensifica la sensación de que están atrapados en un ciclo de inseguridades y dudas. Sus interacciones son el punto central de la narrativa, y la tensión entre ellos es constante.

La dirección de Sand es precisa y minimalista, utilizando la fotografía y el sonido para crear una atmósfera opresiva. El uso de espacios cerrados, la iluminación tenue y la banda sonora inquietante contribuyen a generar una sensación de claustrofobia y paranoia. La película no se centra en el drama grandioso, sino en los pequeños detalles, en los gestos, en las miradas que revelan la verdad subyacente. El director utiliza el silencio como un personaje más, un elemento clave para construir la tensión y el suspense. “Entre nosotros” no pretende ser un thriller convencional, sino un estudio psicológico sobre la fragilidad de las relaciones humanas y el miedo a la intimidad.

Nota: 7/10