“Equipo Paranormal” es una película que, en el mejor de los casos, se define como una experiencia agradable y ligeramente desconcertante. No pretende ser una obra maestra del terror, ni mucho menos, pero sí logra, a su manera, generar un ambiente de suspense y diversión que, si se aborda con las expectativas adecuadas, puede ser entretenida. La película, de forma básica, trata sobre la llegada de dos cazafantasmas profesionales, Marcus y Evan, a la casa de una joven llamada Fernanda, quien necesita de su experiencia para deshacerse de una persistente infestación espectral. Sin embargo, la trama se complica considerablemente con la repentina aparición de Lilith, una diabólica figura que busca sumarse al grupo, lo que desencadena una serie de eventos aterradores y hilarantes.
La dirección de Corey Miller es pragmática y, en general, eficaz. Se centra en el ritmo y en mantener la tensión, empleando recursos visuales como la cámara en mano y la iluminación contrastada para crear un ambiente opresivo y lleno de misterio. Aunque la película no se aventura en innovaciones técnicas o estilísticas, la puesta en escena, a pesar de sus limitaciones, consigue transmitir la sensación de peligro inminente, especialmente en las escenas de acción. Se observa un manejo cuidadoso del sonido, utilizando efectos especiales sutiles y la banda sonora para intensificar el impacto de los momentos más terroríficos. No obstante, la dirección no siempre logra evadir las trampas del género, recurriendo a clichés y a situaciones previsibles que, en ocasiones, restan credibilidad a la historia.
Las actuaciones son un punto fuerte indiscutible de la película. Luke Wilson, como Marcus, aporta una comicidad natural y un carisma atractivo que anclan la trama. Walton Goggins, en el papel de Evan, se mantiene en un tono más reservado, pero su presencia es suficiente para añadir dinamismo al grupo. Sin embargo, es el desempeño de Shannon Laurence como Fernanda quien realmente destaca. Logra equilibrar la vulnerabilidad y la determinación de su personaje, ofreciendo una interpretación convincente y llena de matices. La incorporación de la actriz Zoë Bell como Lilith es, sin duda, uno de los momentos más memorables de la película. Su interpretación es contundente y perturbadora, elevando la tensión dramática y añadiendo un elemento de amenaza palpable.
En cuanto al guion, “Equipo Paranormal” sufre de una dependencia excesiva en los tropos del género de terror, lo que resulta en diálogos a veces torpes y situaciones forzadas. La trama, aunque entretenida, no ofrece grandes sorpresas y se apoya en clichés habituales del “found footage” y el terror paranormal. El ritmo es desigual; algunos momentos son frenéticos y llenos de acción, mientras que otros se diluyen en descripciones innecesarias. No obstante, a pesar de estas deficiencias, la película consigue mantener al espectador enganchado gracias a su imprevisibilidad y a la creciente sensación de peligro. La idea central de filmar todo con una cámara, aportando un realismo que refuerza la sensación de estar presenciando los eventos en tiempo real, es una mecánica que funciona bien y añade una capa extra de inmersión.
En definitiva, “Equipo Paranormal” es una película de terror y comedia que ofrece un entretenimiento decente, aunque sin grandes pretensiones. Es una opción válida para una noche de cine tranquila, siempre y cuando se tenga en cuenta que no llega a ser una obra maestra del género.
Nota: 6/10