Érase una vez... un cuento al revés (2007)

“Érase una vez... un cuento al revés” es una propuesta animada y visualmente deslumbrante que se atreve a desafiar las convenciones de los cuentos de hadas. La dirección de Javier Fesser, respaldada por el talento de un equipo técnico excepcional, logra crear un universo fantástico que respira vida y que, a la vez, genera una extraña sensación de inquietud. No es simplemente una película para niños; es una reflexión sobre las estructuras narrativas, el poder del bien y del mal, y cómo la ausencia de equilibrio puede provocar un caos sorprendente.

La premisa, como bien indica el título, es radicalmente inversa. Los villanos de los cuentos no son caricaturas grotescas y unidimensionales, sino personajes complejos con motivaciones comprensibles, si bien retorcidas. La madrastra de Cenicienta, interpretada de forma magistral por Quim Gutiérrez, no es la villana envidiosa por excelencia. Su motivación es genuinamente la protección de su hija, y su deseo de mantenerla a salvo la lleva a sabotear la felicidad de los demás. Esta ambigüedad moral es una de las mayores fortalezas de la película y añade una capa de profundidad a la historia. Las actuaciones, en general, son sólidas. Además de Gutiérrez, destacando también el papel de Alba Shensé como la Reina Malvada, la película cuenta con un elenco joven y talentoso que, sin duda, aporta vitalidad al relato.

El guion, coescrito por Fesser y los hermanos Sola, es inteligente y se mueve a la perfección entre la comedia y el suspense. Aunque la trama se basa en un concepto original, la historia no se vuelve absurda. Los diálogos son afilados y llenos de ironía, y la película introduce giros inesperados que mantienen al espectador enganchado. Sin embargo, debo admitir que la película a veces se inclina demasiado en la comedia, perdiendo un poco de la tensión que podría haber generado una exploración más profunda de las consecuencias del caos que se desata cuando los villanos toman el control. La dirección artística es impecable; los escenarios, la animación y los efectos visuales son de la mejor calidad, creando un mundo de fantasía rica y detallada, donde las referencias a cuentos clásicos se integran de manera natural.

En definitiva, "Érase una vez... un cuento al revés" es una experiencia cinematográfica singular. No es la película de animación más conmovedora de la historia, pero sí es una de las más originales y divertidas. Es una película que invita a la reflexión y que, sobre todo, entretiene de manera inteligente. A pesar de algunas pequeñas imperfecciones, su capacidad para subvertir las expectativas y para ofrecer una perspectiva fresca de los cuentos de hadas la convierte en una película recomendable para toda la familia. Es una apuesta arriesgada que, en general, sale victoriosa.

Nota: 7.5/10