Escuadrón de élite (2015)

“Escuadrón de Élite” (Elite Squad, 2009) no es una película que busca revolucionar el género de acción o de thriller, pero sí logra ser un entretenimiento sólido y visceral que se aprovecha al máximo de su premisa central: un equipo policial con un código moral propio, dispuesto a usar la fuerza letal para resolver crímenes que desafían cualquier protocolo. La película, dirigida con dinamismo por José Miguel Berra, ofrece una experiencia visualmente impactante y, a su manera, reflexiva sobre la ética en la aplicación de la ley.

La dirección de Berra se nota en cada toma, especialmente en las secuencias de persecución y tiroteos. La planificación de estos momentos es impecable, con una fotografía oscura y saturada que enfatiza la violencia y el caos. La película utiliza planos dinámicos y cortes rápidos que sumergen al espectador en la acción, generando una sensación de inmediatez y tensión constante. Aunque el ritmo puede ser algo desigual en ciertos puntos, la dirección logra mantener el interés del público gracias a su capacidad para crear un ambiente de peligro inminente.

Las actuaciones son, en general, muy convincentes. Marcelo Fuentes, como Serge Buren, ofrece una interpretación sobria pero cargada de matices. Buren no es un héroe tradicional; es un hombre cansado, marcado por sus experiencias, que ha perdido la fe en el sistema y que recurre a métodos poco ortodoxos. El resto del equipo, compuesto por personajes como el duro y pragmático Gato (Eduardo Noriega) y el joven y ambicioso Gato (Juan Pablo Raba), también están bien caracterizados y sus interacciones son creíbles y llenas de tensión. La química entre los miembros del equipo es palpable, lo que contribuye a que la película sea más que una simple colección de escenas de acción.

El guion, firmado por José Miguel Berra y Juan Diego Solans, se apoya en una trama sencilla pero efectiva. La serie de robos bancarios es una excusa para explorar la relación entre el equipo de élite y la criminalidad. Sin embargo, la película va más allá de la simple narración de la historia. Se plantea preguntas sobre la justificación de la violencia, los límites de la ley y la pérdida de la inocencia. Si bien el guion no ofrece soluciones fáciles, sí logra generar debate y reflexión. La película se beneficia de un ritmo pausado en la presentación de los personajes y de la relación entre ellos, lo que permite que el espectador se conecte con el equipo de élite y sus métodos.

A pesar de sus virtudes, "Escuadrón de Élite" no está exenta de defectos. Algunos diálogos pueden resultar algo forzados y la resolución final de la trama es un tanto apresurada. Sin embargo, estos pequeños fallos no empañan la experiencia general. La película es un producto cinematográfico sólido y entretenido, que ofrece una visión realista y brutal de la aplicación de la ley y la lucha contra el crimen.

Nota: 7/10