Esencia de mujer (1992)

“Esencia de mujer” es, en esencia, un estudio de personajes que repite fórmulas ya conocidas, pero logra, con un toque de elegancia visual y unas actuaciones convincentes, ofrecer un entretenimiento discreto y, a su vez, inquietante. La película, un remake del clásico italiano "Profumo di donna" (Perfume de mujer) de 1974, no intenta ser una revolución narrativa, sino una vuelta a la esencia de la historia original: un hombre taciturno, un joven contratado para cuidarlo y una mujer misteriosa que desata una serie de eventos inesperados.

La dirección de Frank Coraci se caracteriza por un ritmo pausado, casi contemplativo. No hay grandes explosiones de acción, ni giros argumentales sorpresivos. En cambio, se enfoca en los detalles, en la atmósfera, en la expresión de los personajes. La fotografía de James Hemmerle es particularmente notable, utilizando la luz y la sombra para crear un ambiente de melancolía y sospecha. Las escenas nocturnas de Nueva York son especialmente evocadoras, con su bullicio, su misterio y su promesa de peligro. Sin embargo, a veces esta lentitud puede resultar un poco excesiva, dejando algunas escenas flotando sin un claro propósito narrativo.

La actuación de Jeremy Irons como Frank Slade es el corazón de la película. Irons, con su habitual intensidad y reserva, consigue transmitir la complejidad de un hombre marginado, atormentado por su pasado y con una visión sombría del mundo. Su interpretación es sutil y convincente, dejando al espectador con la sensación de que hay mucho más detrás de su fachada de malhumorado. Robert Downey Jr., en el papel de Charlie Simms, cumple su cometido con naturalidad, aunque su personaje carece de profundidad y se siente algo plano en comparación con Slade. La presencia de Laura Linney como la enigmática y seductora Evelyn Wells es, sin duda, el punto fuerte del reparto. Linney aporta un aire de sofisticación y peligro a su personaje, y su interpretación es repleta de matices y ambigüedades. La química entre Irons y Linney es palpable y fundamental para el desarrollo de la trama.

El guion, adaptado de la obra teatral italiana, es relativamente simple pero efectivo. Se basa en el juego de seducción y manipulación entre los tres personajes principales. La trama, aunque predecible, mantiene la tensión a lo largo de la película, gracias a la ambigüedad moral de los personajes y a la constante sensación de que nada es lo que parece. La película no se preocupa por ofrecer respuestas fáciles, sino por explorar las zonas grises de la moralidad y de la identidad. Se permite, incluso, la posibilidad de que el “villano” sea, en realidad, el héroe de la historia, o viceversa.

En definitiva, "Esencia de mujer" es una película de atmósfera, un estudio de personajes que se disfruta más por su calidad artística que por su trama. No es una obra maestra, pero sí un entretenimiento elegante y bien actuado, con un ambiente nocturno y misterioso que atrapa al espectador. Si buscas una película que te haga pensar y que te deje con un ligero malestar, esta podría ser una buena opción.

Nota: 7/10