Espías (2015)

“Espías” (Espionage, en su título original) es una comedia de acción que, a pesar de sus pretensiones, se muestra más como una amena distracción que una obra maestra del género. Dirigida por Tom Hardy, la película se basa en una premisa interesante: la relegada analista de la CIA, Susan Cooper, se ve de repente obligada a abandonar su escritorio y convertirse en la única esperanza para evitar una catástrofe global. La historia, que podría haber sido un vehículo sólido para una comedia de acción inteligente, termina siendo un poco desordenada y, a veces, predecible. Hardy, como director, demuestra un buen manejo de la acción y una cierta sensibilidad para el humor, pero el guion parece haber perdido el rumbo en algunos momentos, introduciendo elementos innecesarios que, en lugar de enriquecer la trama, la diluyen.

Melissa McCarthy, como siempre, ofrece una actuación entrañable y absolutamente convincente. Su Susan Cooper es un personaje redomado: la mujer inteligente y sarcástica que, paradójicamente, es incapaz de realizar tareas físicas básicas. McCarthy logra transmitir la frustración y el deseo de Susan de ser tomada en serio, lo que convierte a este personaje en el corazón de la película. Jude Law, aunque con una caracterización algo superficial, aporta una dosis de misterio y carisma como el compañero desaparecido de Susan. Jason Statham, por su parte, cumple su función de agente explosivo y sin remordimientos, aunque su personaje carece de profundidad. Su interpretación, más bien, se centra en la demostración física que la acción exige.

La dirección de Hardy es notablemente estilizada, con una paleta de colores vibrante y secuencias de acción exageradas pero visualmente impactantes. El trabajo de los efectos especiales es impecable y las coreografías de lucha son, en general, muy bien ejecutadas. Sin embargo, la película se sobreextiende en algunos momentos, especialmente en la segunda mitad, y pierde el ritmo narrativo. Algunos diálogos, aunque divertidos al principio, se vuelven repetitivos y poco originales. La trama, con sus giros y vueltas, se vuelve un tanto confusa, y se percibe una falta de cohesión general. A pesar de esto, la película logra mantener el interés del espectador gracias a sus momentos de comedia y acción bien coreografiados. El sentido del humor se centra en la incomodidad de Susan frente a sus nuevas y desafiantes responsabilidades, creando situaciones cómicas a través de sus interacciones con el mundo de la inteligencia.

En definitiva, “Espías” es un entretenimiento sólido pero no especialmente memorable. No es una obra maestra, ni mucho menos, pero sí una película disfrutable que ofrece acción, humor y un buen trabajo actoral, especialmente por parte de Melissa McCarthy. Es una película para ver si buscas una distracción ligera y llena de acción, aunque no esperes encontrar una historia particularmente original o profunda.

Nota: 6/10