Estado crítico (2015)

“Estado Crítico” es una película que, a primera vista, puede parecer una mera pastilla de acción con Jean-Claude Van Damme en el centro de la tormenta. Sin embargo, bajo su superficie visceral y repleta de coreografías impresionantes, se esconde una historia sorprendentemente oscura y, en ciertos momentos, perturbadora. La película explora temas complejos como la desesperación, la corrupción, la mercantilización del cuerpo humano y los límites de un amor familiar, elementos que van más allá del mero entretenimiento físico.

La dirección de Gareth Evans es impecable. Evans, conocido por su trabajo en "Operation Undertow", demuestra una maestría en la construcción de la tensión y la creación de atmósferas opresivas. Las escenas de persecución son espectaculares, no solo por la coreografía de Van Damme, que está en plena forma, sino por la planificación meticulosa y la edición precisa. Se siente la claustrofobia de las callejuelas de Hong Kong, el calor sofocante de los prostíbulos y la desolación de los barrios bajos. Evans logra que el espectador se sienta partícipe de la angustia de Deacon, que cada gota de sangre derramada representa una pérdida inmensurable.

Jean-Claude Van Damme, a sus 69 años, está en una forma física sorprendente. Su interpretación de Deacon es convincente, transmitiendo no solo la ira y el dolor, sino también la desesperación de un hombre que ha perdido todo y que no se detendrá ante nada para salvar a su sobrina. Su actuación está libre de sentimentalismos exagerados, concentrándose en la determinación física y la furia implacable de un hombre que se debate entre la venganza y la necesidad de proteger a su familia. El resto del reparto, incluyendo a Andy Trieu como la policía corrupta y Jason Flemyng como el gánster local, cumplen con creces sus roles, aportando matices y profundidad a la trama.

El guion, aunque a veces se adentra en lugares predecibles, presenta algunas ideas interesantes, especialmente en lo que respecta a la explotación de los órganos. La película no rehúye de mostrar la brutalidad de la situación, pero al mismo tiempo explora las motivaciones de los personajes, mostrando la desesperación de los padres que venden sus órganos y la ambición desmedida de los que los comercian. No obstante, el ritmo puede resultar irregular en algunos momentos, y ciertas subtramas podrían haberse desarrollado con mayor profundidad. A pesar de ello, la película logra mantener el interés del espectador gracias a su atmósfera oscura y a la acción constante.

En definitiva, “Estado Crítico” es una película de acción brutal, visualmente impactante y con un mensaje subyacente interesante. Si bien no es una obra maestra, es un entretenimiento sólido, con una actuación destacada de Van Damme y una dirección que sabe crear tensión y emoción.

Nota: 7/10