Este muerto está muy vivo 2 (1993)

“Este muerto está muy vivo 2” no solo reaviva un concepto moribundo, sino que lo lanza a una nueva y grotesca era. Robert Rodriguez, después de un exitoso reinicio en 2009, regresa con una secuela que, aunque conserva la energía caótica y el humor negro característico de la saga, se siente como una expansión, más que como una evolución. La película, una comedia de acción con un toque de horror y sátira, explora la corrupción y la avaricia a través de una trama que, aunque inicialmente resulta un tanto recargada, finalmente se centra en la búsqueda desesperada del dinero robado por el fantasma de Bernie Little.

La dirección de Rodriguez mantiene su sello distintivo: una estética visual vibrante, casi psicodélica, con escenas de acción exageradas y efectos especiales que, a veces, se sienten un poco artificiales pero que, en su conjunto, contribuyen a la atmósfera surrealista de la película. Hay momentos brillantes, como las persecuciones de coche con elementos absurdos y la utilización del color para enfatizar la locura de la situación. Sin embargo, la velocidad con la que avanza la trama a veces dificulta la inmersión del espectador, y algunos cambios de ritmo resultan abruptos.

Las actuaciones son, en general, sólidas. Frankie Muniz como Larry es el punto de anclaje cómico, entregando un humor inteligente y una vulnerabilidad que contrastan con la situación absurda en la que se encuentra. Gabriel Iglesias, como Richard, se destaca por su físico imponente y su capacidad para generar momentos hilarantes. Pero es Danny Trejo, en el papel de Ted, el compinchero más brutal y memorable. Su presencia imponente y su interpretación física, cargada de matices y una sonrisa amenazante, son un acierto seguro. La inclusión de la reina Vudú, interpretada por Denise Richards, aporta un elemento sorprendente y, en ocasiones, inquietante, a la narrativa.

El guion es donde la película más claramente revela sus debilidades. Si bien la premisa inicial –la búsqueda de un fantasma ladrón– es interesante, la trama se complica excesivamente con subtramas y personajes secundarios que no siempre contribuyen significativamente a la historia principal. Algunos diálogos son particularmente torpes y la resolución, aunque satisfactoria para los fans de la saga, podría haber sido más elaborada. La película se adentra en un territorio de humor negro que, a veces, se siente un poco forzado y superficial. La crítica a la corrupción y al capitalismo, aunque presente, se siente más como un aderezo que como un análisis profundo.

A pesar de sus defectos, “Este muerto está muy vivo 2” ofrece un entretenimiento considerable. Es una película que no pretende ser algo más que una comedia de acción delirante y, en ese sentido, cumple su cometido. Es una secuela que, por lo menos, honra el espíritu original y que puede resultar divertida, especialmente si se la aborda con una actitud desenfadada.

Nota: 6/10