Evanescence: Synthesis Live (2018)

“Evanescence: Synthesis Live” no es simplemente un concierto grabado; es una experiencia cuidadosamente orquestada que busca revivir la magia de los grandes himnos de la banda liderada por Amy Lee. El espectáculo, capturado en el Grand Theatre de Foxwoods Casino, Connecticut, en noviembre de 2017, se presenta como un tributo a la evolución de la banda, desde sus raíces góticas del rock hasta la incorporación de elementos orquestales y electrónicos que definen la “Synthesis” que precede al título del concierto. La premisa es simple: reimaginar los clásicos de “Fallen”, “The Open Door” y “October” con la riqueza sonora de una orquesta completa y la profundidad de la producción electrónica.

Lo que distingue a “Synthesis Live” de los habituales grabaciones en vivo es la atención al detalle. La banda, visiblemente rejuvenecida y revitalizada tras su pausa, se mueve con una energía que traspasa la pantalla. Amy Lee, en particular, irradia una presencia imponente, su voz, con su característico poder y matices, se mantiene impecable a pesar del paso del tiempo. El acompañamiento vocal del trío de voces femeninas, una característica distintiva de Evanescence, es sin duda uno de los puntos fuertes del espectáculo, añadiendo una capa de armonía y complejidad a las canciones. La orquesta, dirigida magistralmente, no se siente como un mero adorno, sino como un verdadero participante en la narrativa musical, elevando las canciones a un nivel de emoción y grandiosidad que las originales, aunque impactantes, a veces no lograban alcanzar.

Sin embargo, la producción, aunque técnicamente impecable, ocasionalmente siente la falta de dinamismo. A veces, la decisión de invertir en efectos especiales visuales y cambios de escenografía, aunque visualmente atractivos, interrumpen el flujo de la canción, desviando la atención del espectador de la emoción pura de la música. El guion, aunque bien estructurado para mantener el interés del público, se limita a la presentación de las canciones, careciendo de una narrativa cohesiva que conecte las diferentes partes del espectáculo. Se podría haber aprovechado más para profundizar en el significado detrás de las letras, o incluso para presentar fragmentos de la historia de la banda de manera más impactante.

A pesar de estas pequeñas deficiencias, “Evanescence: Synthesis Live” logra transmitir la esencia de lo que hace a Evanescence tan especial: un sonido melancólico, potente y profundamente emotivo. Es un espectáculo que no solo ofrece una reedición de los éxitos de la banda, sino que también celebra su legado y la brillantez artística de Amy Lee y sus compañeras. La producción, aunque a veces un tanto recargada, es en última instancia un testimonio de la dedicación y el talento de la banda y su equipo. Se percibe un verdadero cariño por la música y por la conexión que tienen con su audiencia.

Nota:** 7.8/10