Evil Remains (2004)

“Evil Remains” es una película que se instala en la mente como una niebla densa, te persigue mucho después de que la pantalla se enciende. No se trata de una experiencia fácil ni cómoda, sino de una incursión inquietante en la psique humana y el peso del pasado, donde la leyenda local sirve como catalizador para una espiral de horror tanto personal como colectivo. La película, dirigida por Reza Mirkarimi, se adentra en el folklore persa para explorar temas complejos de trauma, violencia y la naturaleza corruptora de la obsesión.

La dirección de Mirkarimi es meticulosa, creando una atmósfera de tensión constante. El uso de la luz y la sombra es particularmente efectivo, reforzando la sensación de que algo siniestro se esconde en las sombras. No hay sustos fáciles ni jumpscares estridentes; la película se basa en la insinuación, en los detalles perturbadores y en el lento derribamiento de la realidad de los personajes. El director sabe jugar con el tiempo y el espacio, prolongando momentos clave para intensificar el impacto emocional. Se nota que Mirkarimi ha estudiado a fondo la mitología persa y ha logrado traducirla de manera palpable en la pantalla, dotando a la historia de un peso cultural significativo.

Las actuaciones son soberanas. El elenco joven –principalmente Amir Hosseini y Mina Bahri– aportan una autenticidad impresionante. Hosseini, en particular, ofrece una interpretación deslumbrante como el protagonista, en un personaje que sufre una transformación gradual pero horripilante. Su evolución, desde la curiosidad inicial hasta la desesperación y la locura, es convincente y profundamente angustiante. Bahri complementa a Hosseini con una presencia igualmente sólida, transmitiendo la vulnerabilidad y el miedo de su personaje con una sutileza que es admirable. La química entre los actores es fundamental para el éxito de la película y se nota que la han trabajado a conciencia.

El guion, escrito por Mirkarimi, es donde la película realmente brilla. La historia se desarrolla con una lentitud deliberada, permitiendo que la atmósfera se acumule y que las preguntas morales se planteen constantemente. La historia no solo se centra en la leyenda que los jóvenes intentan documentar, sino que explora las heridas emocionales de cada uno de ellos y cómo el pasado, tangible o metafórico, puede perseguir a las generaciones venideras. La película se beneficia de una estructura narrativa no lineal que introduce elementos del folklore en el momento justo, dando lugar a interpretaciones abiertas y a una reflexión sobre la naturaleza de la memoria y la verdad. Es una película que te invita a cuestionar lo que ves y lo que crees, y a considerar la posibilidad de que la línea entre la leyenda y la realidad se borre.

A pesar de su ritmo pausado, “Evil Remains” es una película profundamente impactante, que logra crear un horror psicológico que perdura. Es una obra ambiciosa, inteligente y perturbadora, que demuestra el potencial del cine persa para abordar temas complejos con una visión original y una ejecución impecable.

Nota: 8.5/10