Éxito por los pelos (2001)

“Éxito por los pelos” es una comedia romántica, un pequeño desahogo que, si bien no llega a ser una joya cinematográfica, ofrece un entretenimiento ligero y, sobre todo, un retrato honesto de las relaciones familiares y las presiones sociales. La película, dirigida por Kevin Smith, no busca la grandilocuencia ni el exceso de pretensiones; se contenta con construir una historia sencilla y entrañable, y en ese sentido, cumple con creces sus expectativas.

La trama, centrada en la competición anual de peluquería en Keighley, sirve como marco para explorar la compleja relación entre Phil (Paul Rudd) y su exmujer, Nora (Kirsten Dunst). Nora, desesperada por ayudar a Phil a superar su bloqueo creativo y a reconectar con su pasado, insiste en que ambos participen en el concurso, una decisión que desencadena una serie de situaciones cómicas y emotivas. Smith, conocido por su humor particular y su afición por las referencias a la cultura pop, logra mantener un tono ligero y accesible, aunque a veces se siente un poco forzado, recurriendo a gags que, si bien son divertidos, carecen de originalidad.

Las actuaciones son un punto fuerte de la película. Paul Rudd brilla con su característico humor y su capacidad para transmitir vulnerabilidad. Phil es un hombre que ha renunciado a sus sueños, presa de la inseguridad y la rutina, y Rudd lo interpreta con una honestidad que conecta con el espectador. Kirsten Dunst ofrece una interpretación igualmente convincente como Nora, una mujer decidida y apasionada que no se rinde en su intento de ayudar a su exmarido. El antagonista, interpretado por John Krasinski, aporta un toque de seriedad a la trama, aunque su personaje podría haber sido más desarrollado. Krasinski muestra su habitual habilidad para el suspense y la tensión, creando un rival formidable para Phil.

La dirección de Smith es sólida, aunque no especialmente innovadora. El uso del color y la fotografía contribuyen a crear una atmósfera acogedora y familiar, típica del entorno de Keighley. Sin embargo, el guion, aunque divertido en su mayor parte, presenta algunos momentos de falta de coherencia y diálogos un poco caricaturescos. La trama, aunque entretenida, no profundiza en los temas que plantea, dejando la reflexión sobre las relaciones familiares y el autoengaño más superficial de lo que podría ser. A pesar de ello, la película se beneficia de su ritmo ágil y de su capacidad para generar momentos de humor genuino y de ternura.

En definitiva, “Éxito por los pelos” es una comedia ligera y agradable, que ofrece un entretenimiento decente sin pretender ser algo más. Es una película para ver en una noche de sofá, con amigos o en familia, y que, aunque no dejará huella perdurable, sí que tendrá la capacidad de provocar algunas sonrisas y, quizás, una reflexión sobre la importancia de seguir persiguiendo nuestros sueños, independientemente de las circunstancias.

Nota: 6.5/10