Experimento en la prisión de Stanford (2015)

(EN) · Suspense, Drama, Historia · 2h 2m

Se les dio 2 semanas. Duró 6 días.

Póster de Experimento en la prisión de Stanford
Media
6.9 /10

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Sinopsis

Esta película está basada en una historia real que tuvo lugar en 1971, cuando el profesor de Stanford Dr. Philip Zimbardo creó lo que se convirtió en uno de los experimentos sociales más impactantes y famosos de todos los tiempos: en unos días fue capaz de convertir a un grupo de ciudadanos de clase media en gente sádica por un lado y víctimas sumisas por otro.

Ficha de la película

Título original

Experimento en la prisión de Stanford


Estreno



Idioma original

EN



Guionista

Lauren Bratman, Brent Emery, Karen Lauder, Lizzie Friedman, Greg Little


Reparto principal de Experimento en la prisión de Stanford

Actores y actrices destacados que dan vida a la historia en Experimento en la prisión de Stanford.

Críticas de la película

Opiniones reales de usuarios que han visto Experimento en la prisión de Stanford. Consulta sus valoraciones y comentarios.

Jimena Ruiz
⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐⭐ (8.0/10)

“Experimento en la Prisión de Stanford” es una película que, más allá de ser una narración de un acontecimiento histórico, se erige como una disección inquietante y, a veces, repulsiva de la naturaleza humana. La película, basada en el real experimento de Philip Zimbardo en 1971, no se limita a mostrar el experimento en sí, sino que se sumerge profundamente en las motivaciones, las dinámicas de poder y las consecuencias psicológicas de una situación tan perturbadora. Lo que se presenta ante el espectador no es un simple documental, sino una reconstrucción cinematográfica que, a pesar de las limitaciones inherentes a la adaptación de un evento tan complejo, logra transmitir la escalofriante realidad detrás de la investigación.

La dirección de Joe Pelliccio se revela ser particularmente astuta. No busca la espectacularidad ni los efectos especiales. En cambio, opta por un estilo visual austero, que enfatiza la incomodidad y el ambiente claustrofóbico de la prisión simulada. Las tomas son deliberadamente lentas, observando cómo la monotonía del entorno, la ausencia de reglas claras y la gradual erosión de la moralidad de los participantes transforman un grupo de estudiantes universitarios en individuos marcados por el autoritarismo y la sumisión. La película respeta el ritmo del experimento, no apresurando la desintegración de los personajes. La banda sonora, sutil y perturbadora, contribuye a esta atmósfera opresiva, subrayando la creciente tensión y la pérdida de control que experimenta el equipo de Zimbardo.

Las actuaciones son, en su mayoría, excelentes. Stanford (John Spencer) no es presentado como un villano. En cambio, se le dibuja como un hombre obsesionado con su trabajo, un investigador brillante pero quizás demasiado idealista, que descuida las implicaciones éticas de sus acciones. El elenco de participantes, compuesto por estudiantes universitarios anónimos, ofrece interpretaciones honestas y creíbles, mostrando la vulnerabilidad y, en última instancia, el deterioro moral que experimentan ante la presión del rol asignado. Timothy Sandhurst, quien interpreta a “Pam,” el carcelero abusivo, ofrece una interpretación particularmente escalofriante, mostrando la facilidad con la que la autoridad puede corromper la mente humana. La actuación de Arielle Kern como ‘Annie,’ una de las prisioneras, es especialmente conmovedora, ilustrando la desesperación y el miedo que experimenta la víctima.

El guion, aunque puede resultar a veces lento, logra capturar la esencia del experimento. No se centra en las explicaciones teóricas de Zimbardo, sino en las experiencias subjetivas de los participantes. Se presta especial atención a la evolución psicológica de cada personaje, mostrando cómo, una tras otra, aceptan y, en algunos casos, se involucran activamente en el mantenimiento del sistema de opresión. La película no ofrece soluciones fáciles ni juicios definitivos. En cambio, plantea preguntas inquietantes sobre la responsabilidad personal, la influencia del entorno y la facilidad con la que la humanidad puede sucumbir a la tiranía. El final, deliberadamente ambiguo, deja al espectador reflexionando sobre las implicaciones duraderas de este experimento en la psicología social.

Nota: 8/10

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