Exploradores (1985)

“Exploradores” (Explorers) es una película de ciencia ficción juvenil de 1985 que, a primera vista, parece una simple fábula sobre la imaginación y la construcción. Sin embargo, bajo la superficie de una aventura espacial llena de efectos especiales de la época, se esconde una obra con un potencial narrativo considerable y, en cierto modo, desconcertante. La película, dirigida por Jon Feltheim, presenta un argumento con un núcleo interesante: un niño obsesionado con la ciencia ficción y la construcción de una nave espacial. La premisa, con su referencia a las películas de serie B y los cómics, es una que evoca la nostalgia de una época en la que la creatividad y la experimentación eran valores centrales.

La dirección de Feltheim se centra en la construcción del mundo de los protagonistas. El diseño de la nave espacial, a pesar de las limitaciones técnicas de la época, es bastante convincente y se percibe el esfuerzo por dar vida a la visión de Ben. El uso de la perspectiva y la iluminación es efectivo, y logra crear una atmósfera de aventura e incluso de peligro. No obstante, a medida que la película avanza, el ritmo se vuelve algo pausado y las escenas de acción, aunque visualmente entretenidas, se sienten un tanto improvisadas. El director no logra, sin embargo, capturar el dinamismo y la vitalidad de los tres amigos, quienes a menudo se sienten como personajes estáticos, más preocupados por la construcción que por la aventura.

Las actuaciones son un punto fuerte de la película. Ben Crandall, interpretado por Josh Newman, logra transmitir la intensidad de la obsesión de Ben, su pasión por la ciencia y su necesidad de explorar lo desconocido. Wolfgang y Darren, los amigos de Ben, son interpretados por las gemelas Kevin y Jennifer Baird, y su química es notable. Sus interpretaciones, aunque a veces excesivamente teatrales, aportan frescura y dinamismo al grupo. El personaje de Brian, interpretado por Lloyd Bridges, el padre de Ben, aporta un contrapunto cómico y un elemento de credibilidad familiar, aunque su papel, en última instancia, es algo unidimensional.

El guion, aunque tiene momentos de brillantez en la descripción de los conceptos científicos y tecnológicos, también es responsable de algunos momentos torpes y diálogos poco naturales. La idea de que los extraterrestres se comuniquen a través de series de televisión de los 60 es ingeniosa, pero su ejecución resulta a veces forzada. La película se complica un poco con la inclusión de elementos de ciencia ficción más complejos, como la manipulación genética, lo que desvía el enfoque principal y diluye el impacto de la historia. A pesar de ello, la película logra plasmar una reflexión sobre la importancia de la imaginación, la amistad y la curiosidad. "Exploradores" es, en definitiva, una película entretenida que, si bien no alcanza la grandeza de otras películas de ciencia ficción del mismo período, ofrece un buen entretenimiento y un mensaje positivo.

Nota: 6.5/10