Extinción (2018)

“Extinción” es un thriller post-apocalíptico que, a primera vista, parece un reciclaje de tropos ya familiares del género. Sin embargo, la película logra ofrecer una experiencia visualmente impactante y, en el fondo, una reflexión inquietante sobre la fragilidad de la familia y la naturaleza destructiva del miedo. La premisa, el sueño recurrente del protagonista que se materializa en una invasión extraterrestre, sirve como catalizador para una trama que, aunque previsible, se beneficia de un ritmo pausado y una atmósfera opresiva que te atrapa desde el inicio.

La dirección de Matthew Osterhout es, sin duda, el punto fuerte de la cinta. Osterhout, que también es el guionista, consigue crear un sentido de inminencia constante, aprovechando al máximo la fotografía de Jasper Wolf. Las secuencias de destrucción son impactantes pero no gratuitas; cada explosión, cada colapso, se siente como la consecuencia lógica de la creciente desesperación de los personajes. Hay un uso magistral del color, predominando los tonos grises y azules que evocan la sensación de un mundo marchito y sin esperanza. La banda sonora, minimalista pero efectiva, se suma a este ambiente de tensión. La película se enfoca en el viaje emocional del protagonista, Max (interpretado por Tom Taylor), quien se ve obligado a abandonar todo lo que ama en una búsqueda desesperada por reunirla. A pesar de la escala de la catástrofe, la película no pierde el enfoque en la relación entre Max y su esposa, Anna (Julia Garner). Su conexión, forjada en medio del caos, es el corazón de la historia.

Las actuaciones son sólidas. Tom Taylor transmite con convicción la angustia y el miedo de un hombre que ha perdido todo. Su interpretación es creíble y genera empatía en el espectador. Julia Garner ofrece una actuación igualmente potente, mostrando la fortaleza y la determinación de una mujer que lucha por proteger a sus hijos. Aunque el reparto secundario es limitado, cada personaje cumple su función, contribuyendo a la atmósfera general de la película. Sin embargo, el guion, a pesar de tener momentos de brillantez, se muestra, en ocasiones, un poco simplista y recurre a algunos clichés del género. La resolución, aunque satisfactoria, podría haberse desarrollado con mayor profundidad. Se siente como si el director, en su búsqueda por crear una experiencia visceral, hubiera sacrificado un poco de ambigüedad y complejidad narrativa.

En definitiva, “Extinción” es una película que, si bien no ofrece ninguna sorpresa radical, logra crear un ambiente de tensión palpable y explorar temas universales como el amor, la pérdida y la importancia de la familia. Es un thriller post-apocalíptico que vale la pena ver por su atmósfera inmersiva y sus actuaciones convincentes. No es una obra maestra cinematográfica, pero sí una experiencia entretenida que te dejará con una reflexión sobre el valor de lo que realmente importa.

Nota: 7/10