Fast & Furious 8 (2017)

‘Fast & Furious 8’ no es precisamente una obra maestra cinematográfica, pero tampoco es la debacle que algunos críticos más severos predijeron. La película se sitúa, como es habitual en la franquicia, en un punto del espectro entre el entretenimiento puro y la trama olvidable, ofreciendo una dosis saludable de acción desenfrenada y un sentido de espectáculo que, en cierto modo, es precisamente lo que la gente espera de esta saga. La dirección de James Wan, aunque lejos de la maestría de algunos de sus trabajos anteriores, logra mantener un ritmo frenético y una sensación de inmediatez que es esencial para el género. Wan consigue, a pesar de la abundancia de explosiones y persecuciones, que la acción parezca, a veces, más creíble, aunque solo sea por la cantidad de vehículos absurdamente modificados que surgen en cada escena.

La película se centra en la aparición de un nuevo y despiadado villano, Deckard Shaw, interpretado con una intensidad convincente por Jason Statham. Statham aporta una amenaza tangible, un personaje con un pasado turbio y una motivación, aunque limitada, que le da un componente de realismo a la historia. La química entre Statham y Dwayne Johnson, como el siempre leal Hobbs, es un punto fuerte de la película. El conflicto entre ambos, que se revela como un enfrentamiento personal, añade una capa de tensión dramática que, si bien no es particularmente profunda, sí que le da un poco más de peso a la trama principal. La actuación de Vin Diesel como Dom Toretto sigue siendo un tanto unidimensional; su personaje permanece en una postura de lealtad inquebrantable y protección familiar, sin explorar las complejidades psicológicas que podrían enriquecer su figura.

El guion, sin embargo, es donde ‘Fast & Furious 8’ falla más resueltamente. La historia es intrincadamente simple, plagada de clichés de la saga y recurriendo a giros argumentales predecibles. Las explicaciones sobre el pasado de Deckard Shaw se sienten forzadas y a menudo interrumpen el flujo de la acción. La trama principal se centra en la recuperación de un artefacto peligroso, pero la motivación de los personajes y las consecuencias de sus actos se presentan de manera superficial. La película se apoya casi exclusivamente en la acción, relegando los elementos de desarrollo de personajes y construcción de mundo al segundo plano. La banda sonora, como siempre, es un elemento fundamental, pero se utiliza con tal abundancia que puede resultar abrumadora. A pesar de todo, la película cumple su promesa de acción y entretenimiento, ofreciendo un despliegue visualmente impactante y un clímax explosivo que seguramente satisfará a los fans de la saga.

Nota: 6/10