‘Fast & Furious X’ no es solo una película de coches rápidos y explosiones grandilocuentes; es un intento audaz de la saga de regresar a sus raíces, buscando un relato más oscuro y personal que, a pesar de sus virtudes, no logra alcanzar el equilibrio perfecto. La película se distancia significativamente de la fórmula habitual, introduciendo un thriller de venganza con una base histórica que, si bien ofrece un nuevo marco narrativo, resulta algo artificioso y poco desarrollado.
La dirección de Louis Leitch es sólida, ya que maneja la acción con una energía contagiosa. Los momentos de persecución vehicular son, como siempre, espectaculares. Los efectos especiales, en general, están bien logrados, y las secuencias de explosiones, aunque excesivas en algunos momentos, cumplen su función de aumentar la sensación de peligro y escala. Sin embargo, a veces, la ambición de la dirección supera la sustancia, y la película se pierde en detalles visuales que no aportan mucho a la historia.
Las actuaciones son un punto fuerte indiscutible. Jason Momoa como Dante Reyes se erige como el principal antagonista y ofrece una interpretación carismática y amenazante, dotando al personaje de una profundidad que supera con creces a la de muchos villanos de películas de acción. Dom Toretto, interpretado por Vin Diesel, continúa siendo el núcleo emocional de la saga, aunque su personaje, al igual que en las entregas anteriores, se reduce a menudo a un hombre de pocas palabras que resuelve todo con su presencia. La química entre Diesel y Momoa es palpable, creando una rivalidad intensa y efectiva. Los actores secundarios, como Michelle Rodriguez y Jordana Brewster, ofrecen interpretaciones sólidas, aportando su experiencia a la dinámica familiar.
En cuanto al guion, ‘Fast & Furious X’ presenta un dilema. Busca conectar con el pasado de la familia Toretto, revelando secretos y motivaciones ocultas que explican sus acciones presentes. Este arco narrativo, aunque interesante en teoría, se siente a veces torpe y precipitado. Las explicaciones son abundantes, pero a menudo superficiales, y la película carece de la sutileza que haría que el pasado de los personajes fuese verdaderamente impactante. Además, la trama principal, centrada en la venganza, se vuelve repetitiva y predecible, a pesar de los giros inesperados que se intenta introducir.
A pesar de sus defectos, ‘Fast & Furious X’ es una película entretenida que satisfará a los fans de la saga que buscan acción desenfrenada y la consolidación de la "familia". No es una obra maestra, pero ofrece un entretenimiento sólido y una buena dosis de adrenalina. Sin embargo, la película podría haber tenido un mayor impacto emocional y narrativo si hubiera abordado sus temas de manera más cuidadosa y profunda.
Nota: 6/10